En su interrogatorio al antiguo asistente de Donald Trump, la defensa está buscando otra oportunidad para humanizar al expresidente, según la presentadora de CNN y analista legal jefe Laura Coates.
Rhona Graff testificó que trabajó para Trump durante 34 años en la Organización Trump, sentada afuera de su oficina en el piso 26 de la Torre Trump.
“Este no es el momento para, como interrogador, atacarla como si quisiera atrapar a Donald Trump. Verán un toque más suave para este testigo en particular”, dijo Coates.
Eso se compara con el contrainterrogatorio del último testigo, el exeditor sensacionalista David Pecker, quien testificó sobre los esfuerzos del National Enquirer para suprimir historias negativas que podrían haber dañado la campaña de Trump en 2016.
Aún así, la defensa finalizó el interrogatorio a Pecker con una pregunta también encaminada a humanizar al expresidente. El abogado defensor Emil Bove le preguntó a Pecker si creía que Trump se preocupa por su familia. Él respondió: “Por supuesto que sí”.
Graff es otra oportunidad para que la defensa continúe contando esa historia sobre Trump al jurado, dijo Coates.
“Escuchas mucho sobre el mito de Donald Trump y, por supuesto, toda la bravuconería, lo que crees que podría suceder en la Torre Trump. Su papel es desmitificar todo eso y presentarlo como alguien accesible”, dijo Coates.
