Preguntas sobre contratos con camiones cisterna – .

El contrato, firmado directamente con la microempresa de transporte Servitransportes JF SAS, implicó un pago de 2.360 millones de pesos para contar con 36 vagones cisterna.

Estos vehículos tenían la tarea de hacer al menos 10 viajes diarios para abastecer a la ciudad durante la estación seca.

Sin embargo, en los barrios afectados se quejan de la falta de asistencia de los camiones cisterna contratados, lo que les obliga a buscar soluciones individuales, pagando el doble por el servicio.

Los usuarios Optan por pagar 180 mil pesos a un particularel cual abastece el recurso hídrico en las piscinas y luego al extraerse de allí con una motobomba pasa por el medidor y se factura el consumo sin ser provisto por la empresa pública.

“Es injusto que tengamos que pagar el doble por este servicio”, dice Alberto López, vecino de Taminaca, quien asegura que aunque contrató varias veces un camión cisterna, Essmar le cobró un servicio que no prestaba.

La empresa Servitransportes JF SASpor su parte, señala que su responsabilidad se limita a proveer los camiones cisternas y los conductores, mientras que la empresa de acueductos se encarga de llenarlos y dirigir su distribución.

Admitieron que la situación se ve agravada por la falta de agua incluso para llenar los vagones cisterna, lo que podría significar dificultades en el cumplimiento del contrato.

Indicaron que los conductores enfrentan hostilidades por parte de la poblaciónlo que requiere más agua de la que se les asigna.

Debido a las constantes quejas y protestas de la comunidad, el director de la oficina Distrital de Gestión de Riesgos, Álex Velásquez, afirmó que se solicitó a Essmar modificar la metodología que se está implementando para el suministro de agua.

Velásquez dijo a EL TIEMPO que las nuevas decisiones se tomaron con la intención de darle la transparencia y claridad en la distribución del agua y la gente sabe dónde están los camiones cisterna contratados para apoyar la emergencia.

“Ahora se publicará online en las redes sociales y en el sitio web el cronograma de visita de los camiones cisterna para que la gente sepa cuándo llegarán a sus sectores y planifiquen abastecerse”, dijo el funcionario.

Velásquez aclaró que, a pesar de las recientes lluvias, el panorama sigue crítico porque Persisten los bajos niveles de los ríos.

Sostuvo que la Alcaldía mantiene su compromiso de seguir haciendo esfuerzos para acompañar a Essmar en su tarea de abastecer de agua a los habitantes.

En los barrios crece la desesperación, con la percepción de que sólo unos pocos privilegiados se benefician de los camiones cisterna, mientras la mayoría sufre la falta de acceso al agua.

​“Siempre se llevan agua y los demás alquilan sus propios camiones cisterna o siguen necesitados. “Ya estamos cansados ​​de esta situación”, afirmó Camilo Martínez, otro usuario afectado.

Usuarios indican que lo peor es que cuando finalmente el agua llega a sus casas, debido a que permanece por varias semanas, la tubería se seca y se ensucia, provocando problemas de salud de la piel.

El contrato de los camiones cisterna finaliza en mayo, pero ante la persistencia de la crisis se baraja la posibilidad de firmar uno nuevo. Sin embargo, algunos líderes comunitarios cuestionan si estos contratos realmente benefician a la población o sólo a los administradores de turno y a la empresa privada.
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(Además: En Minca reportaron multitudinaria marcha en apoyo a alias Camilo, líder de Autodefensas)

Al respecto, el alcalde Carlos Pinedo Cuello afirmó que quienes detrás de las protestas sociales que se desataron en la ciudad son opositores políticos que alientan a la gente a sembrar el caos en la ciudad.

Asimismo, el presidente denunció un sabotaje dentro de la empresa Essmar por empleados que “son cuotas políticas de la administración anterior”, lo que ha agravado la crisis del agua, según indicó.

“No están atacando al alcalde, sino a la propia comunidad, a la que le están negando la prestación de dicho servicio”, dijo Pinedo, quien anunció acciones legales contra estas personas.

Lo único concreto es que Santa Marta, de casi 500 años, sigue sufriendo año tras año por no tener agua y sin un proyecto definitivo para solucionar este problema histórico.