¿Qué es la obra de 2 toneladas realizada por un gran artista argentino? – .

El amanecer fue diferente este viernes lluvioso en el Aeropuerto de Ezeiza: es que la nueva terminal de salidas, que incluye el famoso “Zeppelin”, tuvo su “Sol” propio.

Este es el nombre de la obra que el artista Julio Le Parc, El “mago de la luz y el movimiento”, de 95 años, creó para la sala de embarques que se inauguró hace un año y sigue fascinando a argentinos y extranjeros cuando entran o salen del país.

“Sol” es un móvil esférico 10 metros de diámetro y 1.550 kilos, suspendido a 19 metros de altura y compuesto por 2.913 piezas de acero inoxidable espejado en oro traídas desde Japón, el cual fue diseñado como “Homenaje visual” a la bandera argentina.

Le Parc, que coordinó el montaje desde París, lo terminó el año pasado y el jueves por la tarde el equipo técnico empezó a trabajar para sacar ese brillo nítido a un espacio moderno, que cada día se convierte en el lugar de paso para 35.000 personas.

El escenario terminó siendo una especie de fenómeno natural muy argentino. “Es la primera esfera dorada de Le Parc, “que tiene su paleta artística de 14 colores favoritos: plateado, principalmente, rojo y azul típico de la esfera CCK”, explica a Clarín Yamil Le Parc, hijo del artista y director artístico.

El autor de la obra.“que está perfectamente bien, con mucha energía”, Según su hijo, prefirió proteger su salud y perderse el viaje desde Francia, donde reside, para la inauguración, que se realizará oficialmente el martes con los directivos de Aeropuertos Argentina. La última vez que vino fue en 2019 para su homenaje nacional.

La esfera levita justo antes de las escaleras mecánicas de embarque. Ahora, además de volcarse para dar el último adiós a los familiares que están lejos, cuesta arriba, muchos se voltearán para ver esta obra de arte argentina con proyección internacional.

Quienes quieran tomar una foto o grabar un vídeo para subirlo a Instagram tendrán que evitar una torre de aire acondicionado plateada en el marco, que compite a la mitad de altura con este Sol. Puede desaparecer pronto, a petición del sobrino de Le Parc, como ya lo retiraron de escena una pantalla LED gigante que también dificultaba las visuales.

“La obra estaba contemplada antes de la inauguración de la nueva terminal, pero se retrasó (por el fallecimiento de un operador antes y después por la pandemia)”, explica el director. Por eso “apareció” en los planos aquella funcional torre de aire acondicionado.

Al principio iba ar “más amarillo, translúcido” -dice Yamil, y muestra Clarín ese render que no fue- también exhibe otro, que detrás tiene un cristal con los colores de la bandera, y el Sol (la esfera) en el medio.

La limpieza de un móvil de este tamaño se realizará con la misma metodología que la esfera CCK, que hace un año se “quitaba” para devolverle el brillo.

Sebastián Villar Guarino, gerente general de Aeropuertos Argentina, fue quien realizó la compra-venta de esta obra a Le Parc. Las negociaciones comenzaron hace 5 años y el contrato se firmó hace 3 años.

“El tráfico aéreo viene creciendo mes a mes en Argentina. Esta terminal permite operar a 32 aerolíneas, y esta obra cultural es la culminación de ese movimiento. Al inspeccionar los aeropuertos del mundo, se valora la limpieza y el entretenimiento, pero también el arte. La nueva terminal, con el Sol de Le Parc, que fue pensado desde el diseño, es la culminación de todo, de esta pequeña ciudad que es Ezeiza”, declaró en diálogo con Clarín.

“Será una obra que quedará en la terminal. Por su magnitud mejora la experiencia, volviéndola extraordinaria para el pasajero. “El arte es parte de ese objetivo”, agregó Jorge Rosales, director de Asuntos Corporativos del Aeropuerto.

Julio Le Parc es mendocino y vive en París. Es una de las figuras argentinas más reconocidas en el campo de las artes visuales experimentales enfocadas en el op-art moderno (arte óptico, con piezas que producen diferentes efectos según dónde se encuentre el espectador) y arte cinético (donde el movimiento hace trabajo).

En la Escuela Nacional de Bellas Artes de Argentina despertó su interés por las relaciones entre la luz y las formas. Entre 1955 y 1958 participó en la Academia de Bellas Artes y en las reformulaciones de sus planes de estudio, guiado por las propuestas de artistas de vanguardia como los del movimiento Arte-Concreto-Invención y donde conoció al influyente crítico de arte. Jorge Romero Brest.

En 1958 viajó a París tras recibir una beca del Servicio Cultural Francés y conoció a artistas como Victor Vasarely y otros importantes representantes del arte cinético. Luego, Le Parc recurre no sólo a sus propuestas formales sobre el movimiento, sino también a las implicaciones políticas del mismo, como una forma de articular experiencias estéticas sin necesidad de conocimientos previos ni familiarización alguna con el mundo del arte.

Todo ello deriva de las prácticas colectivas del Groupe de Recherche d’Art Visuel (GRAV), del que fue miembro fundador; guiado por un rechazo de la posición del arte en el capitalismo. El colectivo hizo hincapié en el anonimato y participación del espectador mediante la aplicación de técnicas industriales, mecánicas y cinéticas por igual.

También participó en el Atelier Populaire de Francia durante mayo de 1968 y en diversas publicaciones de vanguardia radical, fortaleciendo su producción, siempre cercana al cientificismo, en un compromiso social y político que Concibe a los espectadores no sólo como participantes de la obra, sino como coautores.

A lo largo de su vida –en la que fue albañil, metalúrgico, aprendiz de curtiduría, librero, actor experimental y portero del Teatro Colón– el mendocino recibió importantes premios como Bienal de Venecia de 1967. Y fue nombrado Officier des Art et des Lettres por André Malraux en 1968 y condecorado con la legión de honor por el gobierno francés de Emanuel Macron en 2019.

En el extremo izquierdo de la terminal, cuatro escaleras mecánicas le permitirán subir o bajar del Zeppelin, completamente alfombra verde. Su diseño arquitectónico incluye una estructura de edificio dentro de otra en forma de dirigible gigante a la altura del primer piso, por donde los pasajeros acceden al área de seguridad y control migratorio, al área comercial y a los sectores de preembarque.

Se trata de un espacio de 190 metros de largo en el interior de la terminal.l, contenida por una estructura metálica de 950 toneladas en forma de red, cubierto por más de 2,100 vidrios laminados templados, que permiten el contacto con el exterior y el ingreso de luz natural. Eso hace que el oro del sol contraste con el cielo. Cuando es azul claro con algunas luces blancas, se forma la bandera argentina.

La Nueva Terminal de Salidas, que funciona desde el 14 de abril del año pasado, cuenta con 50.000m2 y una zona de facturación organizada en 5 islas independientes con 150 mostradores (entre 28 y 30 por isla).

Hay 72 estaciones de autocheck-in y 24 estaciones de entrega automática de equipaje, además de locales comerciales y la gastronomía de cadenas como Starbucks, Le Pain Quotidien y la franquicia estadounidense Outback, un restaurante “grill” de inspiración australiana.

La inversión total fue 230 millones de dólares. La nueva terminal concentra las salidas de todas las aerolíneas de Ezeiza, A -a su izquierda- para llegadas internacionales, y C -a su derecha- para llegadas nacionales. La zona de llegadas de A está unida a este edificio por un amplio pasillo. También ya existe conexión con la Terminal C.

En cuanto a sostenibilidad, se abastece 100% con energía renovable, con tecnología de iluminación LED y unidades de refrigeración líquida (chillers) para aire acondicionado, lo que produce un ahorro de hasta un 60% en el consumo energético.