Actualmente existen cerca de 20.000 hectáreas reguladas en el Parque Nacional Natural Pisba, aún faltan por delimitar 80.000 hectáreas del complejo de Páramo.
El proceso de delimitación del Páramo de Pisba, ubicado entre los departamentos de Boyacá y Casanare, implica la definición de los límites territoriales del páramo con el objetivo de protegerlo, conservarlo y gestionarlo de manera sostenible. La delimitación se basa en criterios técnicos y científicos, así como en la participación de diversos actores, como comunidades locales, organizaciones ambientalistas y entidades gubernamentales, para asegurar que se tengan en cuenta tanto los aspectos ecológicos como las necesidades sociales y económicas de la región. .
El Páramo de Pisba, parte del corredor de páramos de la Cordillera Oriental, destaca por su importancia como fuente de agua y su biodiversidad endémica. Alberga municipios como Chita, Jericó, Labranzagrande, Mongua, Pisba, Socotá, Socha, Tasco y Gámeza en el departamento de Boyacá, y La Salina, Sácama y Támara en el departamento de Casanare, donde sus habitantes dependen de los servicios ecosistémicos que proporciona. especialmente en términos de regulación hídrica para consumo humano y actividades económicas.
La delimitación del páramo sigue un proceso estructurado que incluye varias fases: desde el planteamiento inicial hasta la consulta y la toma de decisiones. Actualmente, el proceso se encuentra en la fase de consulta, donde se busca la participación activa de todos los actores, desde comunidades locales hasta organizaciones ambientalistas, para definir los límites y estrategias de manejo del páramo.
Es crucial resaltar que el páramo de Pisba destaca como el único aún no delimitado en Colombia. Carlos Lora, Jefe del Área Protegida del Parque Nacional Natural Pisba, enfatizó la importancia de este proceso, señalando: «El páramo de Pisba es el único que no ha sido delimitado. En su momento, por diversos motivos, no se llevó a cabo el proceso de delimitación que se llevó a cabo en los demás páramos del país hace más de cinco años. “Se decidió implementar un procedimiento con mayor participación comunitaria”. Esta declaración resalta la necesidad de involucrar activamente a la comunidad que habita este territorio en el proceso de delimitación, asegurando así una gestión más integral y acorde a las necesidades locales.
El Páramo de Pisba destaca como el más transformado de Colombia debido a diversos procesos como ganadería, quemas y minería, que han impactado su estructura ecológica. Estas actividades han afectado la capacidad del páramo para proporcionar agua a las comunidades, subrayando la urgencia de medidas de conservación y restauración en esta importante región. Carlos Lora también aclaró que el Parque Nacional Natural Pisba fue delimitado en 1977. “Llevamos varias décadas protegiendo el páramo de Pisba, delimitado como parque nacional”, afirmó. «Hay alrededor de 20.000 hectáreas de páramo delimitadas dentro del parque nacional que ya están siendo protegidas con un reglamento de parque nacional, que es más restrictivo que la ley de páramo. Se trata de cuidar el páramo como área intangible y estamos avanzando en otro proceso que ya es externo al Parque Nacional, que es la protección del complejo de páramo, que abarca 100.000 hectáreas. De esas 100.000 hectáreas tenemos un pequeño trozo como parque nacional y ha sido protegido. Estas declaraciones resaltan el compromiso continuo con la conservación y protección del Páramo de Pisba, tanto dentro del Parque Nacional como en el contexto más amplio del complejo de páramos.
Carlos Lora, Jefe del Área Protegida del Parque Nacional Natural Pisba, también destacó la urgencia de agilizar el proceso de delimitación, enfatizando que gracias a las acciones emprendidas hasta el momento, es crucial avanzar rápidamente. Lora enfatizó: “Es importante que sea pronto, porque aquí la clave va a ser el acuerdo social, y el acuerdo social es el acuerdo con el ministerio, eso es lo que queremos hacer, hacia dónde vamos”. En las mesas de diálogo se han abordado temas como información relevante, condiciones, criterios y áreas sensibles. “Creo que esto es posible en el corto plazo”, dijo Lora, y agregó: “Esperaría que entre este año y como máximo el primer semestre del próximo año ya pueda haber un acuerdo sobre el tema”. Estas declaraciones resaltan la necesidad de alcanzar un consenso rápido y efectivo en el marco del proceso de delimitación, con el objetivo de garantizar una gestión adecuada y sostenible del Páramo de Pisba.
La delimitación del Páramo de Pisba no sólo representa un hito significativo en la conservación de la biodiversidad y los recursos hídricos de Colombia, sino que también resalta el compromiso del país con la gestión ambiental participativa y la protección de sus ecosistemas más preciados. El proceso de delimitación ha implicado trabajar junto con las comunidades locales, asegurando que todas las partes involucradas se beneficien y que se logre un equilibrio entre la conservación ambiental y el desarrollo sostenible. Este enfoque colaborativo y participativo es esencial para garantizar el éxito a largo plazo de la delimitación del Páramo de Pisba, consolidando así un modelo ejemplar de gestión ambiental integral en Colombia.
