La USM, PUCV, UV y UPLA han apoyado desde un inicio a la comunidad universitaria y a los habitantes de la región. Entre las medidas destacan centros de acopio, apoyo económico, operativos médicos, voluntariado, asistencia psicológica y construcción de viviendas de emergencia, entre otras.
A más de dos meses de los incendios que afectaron a miles de viviendas, los esfuerzos de las autoridades para reconstruir y restaurar las zonas afectadas continúan avanzando. En este contexto, las universidades del Consejo de Rectores de Valparaíso (USM, PUCV, UV y UPLA) han rectificado su compromiso con la región y sus habitantes brindando toda la ayuda disponible y trabajando en conjunto, dedicando gran parte de sus esfuerzos durante esta año para contribuir a la reparación de los daños causados por la catástrofe, tanto a nivel material como humanitario.
“Nuestro enfoque es esencialmente la resiliencia y la solidaridad con las personas afectadas por los incendios. Cada acción de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores de Valparaíso está enfocada en seguir brindando toda la ayuda posible a las familias afectadas y por supuesto a la comunidad universitaria a través de acciones concretas que faciliten la reconstrucción y restauración”, afirma el Dr. Juan Yuz, rector de la USM y actual presidente de la CRUV.
De esta manera, tanto la Universidad Técnica Federico Santa María, como la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad de Playa Ancha y la Universidad de Valparaíso, colaboran actualmente desde diversos ángulos para brindar ayuda a estudiantes, profesores y funcionarios. desde sus respectivas casas de estudio, así como a la comunidad de la región de Valparaíso.
ayuda temprana
Es importante resaltar que, desde los primeros momentos de la tragedia, las cuatro universidades activaron una serie de medidas con la intención de monitorear la situación de la comunidad ante la catástrofe.
En el caso de la PUCV, la Escuela de Tecnología Médica participó en un operativo médico organizado por el Servicio de Salud de Viña del Mar-Quillota, el Colegio Médico y profesionales de la salud visual de la Región Metropolitana y Valparaíso con el fin de ayudar a las víctimas, atendiendo a más de 350 personas durante el despliegue realizado en siete puntos de asistencia.
Por otro lado, desde la USM se activaron protocolos de ayuda para los estudiantes afectados a través de su Dirección de Atención Estudiantil, quien habilitó canales de contacto para conocer el estado de los estudiantes. Asimismo, se brindó asesoría arquitectónica a los funcionarios afectados por el incendio y opciones de reconstrucción ante cada caso. Además, por parte de la Federación de Estudiantes se habilitaron centros de acopio en los que voluntarios repartieron ayuda a los afectados, entre ellas cajas de mercancías, artículos de limpieza y distintos productos de primera necesidad. Además, un grupo de exalumnos gestionó el envío de ayuda desde la Región de Antofagasta con artículos de primera necesidad, los cuales fueron destinados a las familias afectadas de la comunidad Sansana.
La UPLA hizo algo similar, desplegando un gran número de voluntarios en los distintos sectores afectados para entregar insumos que incluían también elementos como monos clínicos, zapatillas y gafas, mientras que en el caso de la UV, su junta directiva, los miembros de la FEUV , los Centros de Estudiantes y el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), brindaron ayuda directa a los estudiantes afectados a través de transporte dispuesto por la propia universidad.
Por lo demás, distintos profesionales prestaron servicios a los municipios para determinar y realizar un registro de los daños causados en viviendas y zonas urbanas. En alianza entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), la Universidad de Chile, Entel y la UV, se desplegaron drones de alta tecnología para visualizar con mayor precisión la extensión del incendio en el territorio dañado . Mientras tanto, académicos del Departamento de Obras Civiles de la USM entregaron recomendaciones preliminares a las autoridades para determinar los proyectos que involucran la reparación o demolición de las viviendas dañadas.
trabajo a largo plazo
Entre los múltiples planes de largo plazo que las instituciones del CRUV han desarrollado para brindar ayuda a los afectados, se encuentran apoyo financiero directo, campañas de reconstrucción de viviendas, asistencia psicológica y donaciones, entre otros.
Durante marzo se llevó a cabo un plan de reconstrucción en el que la UPLA reunió a un centenar de estudiantes para construir viviendas junto a la fundación Techo Chile para las familias más necesitadas de la zona. La PUCV también estableció una alianza con dicha institución para construir viviendas de emergencia, además de definir planes de acción con el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) para brindar apoyo en la distribución de donaciones de los albergues al terreno, y otros voluntariados que incluyen el Operación Iluminando Chile o la Misión Verde de la Pastoral PUCV.
En tanto, la UV asignó un bono de 500 mil pesos a los estudiantes afectados por los incendios, mientras, en el caso de los funcionarios, una batería de ayudas económicas, así como una línea telefónica de primeros auxilios psicológicos. Algo similar estableció la Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas de la USM, quienes desarrollan talleres para abordar terapéuticamente el proceso asociado a la catástrofe, potenciando la preocupación de la institución por la salud mental de la comunidad.
