Las primeras declaraciones del nuevo presidente de los argentinos, Javier Milei, estuvieron dirigidas a varios temas en particular, pero principalmente se centró en uno de los temas que más interesa al sector agrícola argentino: las retenciones.
Milei confirmó que su objetivo es eliminar las retenciones a las exportaciones agrícolas, dado que es parte de su programa de gobierno, aunque advirtió que primero habrá que “reabrir” el mercado cambiario luego de “arreglar los problemas de balance del Banco Central”. en términos de Leliqs”.
Hoy, la participación de las Leliqs y los repos en el balance del BCRA ronda los $14 billones (más de US$40.000 millones), un nivel muy alto, sobre todo respecto al volumen actual de reservas, que rondan los US$21.167 millones (por lo que los duplica).
“Está dentro de nuestro programa avanzar hacia un proceso de eliminación de retenciones, pero para eso es fundamental reabrir el mercado cambiario y para ello sólo se puede solucionar el problema del balance del Banco Central en términos de Leliqs”, Dijo Milei en entrevista con Radio Continental.
Por eso el cambio no se realizará de inmediato, aunque forma parte de su plan de gobierno. Los derechos de exportación son del 33% para la soja, mientras que para el trigo y el maíz son del 12% y para la carne vacuna del 9%.
La plataforma de gobierno de La Libertad Avanza tiene como objetivo eliminar la mayor cantidad de impuestos posible. “Buscar eliminar todos los impuestos distorsionantes, comenzando por los derechos de exportación -retenciones- y siguiendo por los que reducen la competitividad como los ingresos brutos, los débitos y créditos bancarios; así como el impuesto al valor agregado, el cual no debe contener regímenes de retenciones y percepciones que hayan desnaturalizado su carácter tributario neutro”.
Sin embargo, se agrega que “seguramente la soja, el maíz y el trigo tendrán una cadencia diferente que hay que establecer”.
El propio Milei ha reconocido que confirmará quién será su ministro de Economía el próximo 10 de diciembre, para evitar conflictos políticos que impacten la economía en las últimas semanas de transición con el gobierno saliente, hasta el día de su toma de posesión en el Primer Poder Judicial del país. . .