El Hospital Universitario Reina Sofía implanta un desfibrilador automático extravascular dirigido al tratamiento de pacientes de riesgo o que han sufrido una la muerte súbita. Es el primer centro que implanta este nuevo sistema, denominado amaneceren el que trabajan los profesionales de Cirugía Cardiovascular del hospital de Córdoba desde hace más de una década.
La operación, que se realizó a dos pacientes el martes 14 de noviembre, estuvo a cargo de cirujanos cardiovasculares. Jaime Casares y Javier Moyaquienes fueron asistidos por un equipo multidisciplinario en el que participaron profesionales de Cardiología, Anestesiología, así como Enfermería.
Es un procedimiento en el que un cable en la zona subesternal, situada debajo del esternónutilizando una escopia para guiar el procedimiento, así como un dispositivo implantado por vía subcutánea en la zona medioaxilar, en un único procedimiento con una duración similar al procedimiento de implantación de sistemas transvenosos.
La principal ventaja de este desfibrilador automático implantable (DAI) es que es extravasculares decir, “no invadimos el torrente vascular, no es necesario poner cables dentro del corazón. El sitio de colocación del electrodo está justo debajo del esternón (en lugar de desde el interior de las cámaras del corazón a través del sistema vascular). Allí aumenta la capacidad de desfibrilación y, además, frente a los desfibriladores que no llevaban cables intracardíacos, los actuales tienen la posibilidad de proporcionar terapia de estimulación antitaquicardia (ATP)”, explica Javier Moya, cirujano cardiovascular del Hospital Reina Sofía.
El Dr. Moya añade que de esta forma “el árbol vascular queda completamente libre, evitando todas las riesgos de infección“Es típico de los electrodos que se implantan en el corazón y, además, mejora la posibilidad de fibrilación a dosis más bajas”.
Trabajo previo
El Hospital Reina Sofía utiliza DAI desde Hace 25 años. «La diferencia ahora es que utilizamos otro dispositivo que nos permite localizar el electrodo fuera del corazón“, frente a los desfibriladores endovasculares que veníamos utilizando”, explica el cirujano cardiovascular Jaime Casares.
El doctor Casares explica que el camino para llegar hasta aquí ha sido largo: «Ha habido trabajos de investigación por más de 10 años “de la mano de la empresa fabricante y durante este tiempo hemos ido desarrollando cada uno de los componentes del nuevo desfibrilador”.
En concreto, el equipo del Hospital Reina Sofía ha colaborado en dos ensayos clínicos: el ASD2, para la validación del diseño del electrodo, y el estudio Pivotal, para obtener la certificación internacional (el diseño, desarrollo y fabricación del dispositivo se realizó en Minneapolis, Minnesota, EE. UU.).
Precisamente gracias a esa primera colaboración, el hospital fue seleccionado como unico de españa para poder implementar los nuevos modelos de desfibriladores en su fase experimental.
Este sistema ha sido evaluado en 356 pacientes de 46 centros de todo el mundo, logrando una tasa de éxito de desfibrilación del 98,7% y cumpliendo criterios de seguridad, según los resultados del estudio Pivotal publicado en The New England Journal of Medicine.
El equipo de Córdoba está especialmente orgulloso del camino recorrido porque este hito ha supuesto no sólo ayudar al ensayo y desarrollo de una nueva terapia que amplía las opciones de tratamiento de pacientes con Arritmias ventriculares malignas y riesgo de muerte súbita. cardíaco, sino también porque permite ofrecer un tratamiento menos invasivo a las personas que lo requieren.