Muchos Dirigentes de la provincia jugaron un pleno por la victoria de Sergio Massa a nivel nacional. Aspiraban a que el ministro superara el 30% en Córdoba. A pesar de mejorar el desempeño de los generales,Se alejaron del objetivo.
Ahora ha comenzado una verdadera cacería, principalmente entre aquellos que “no cuentan los votos”. Es decir, con quienes forman parte de la estructura del peronismo pero estaban en las boletas, no lideraban una elección. La atención se centra en algunos alcaldes y principalmente en los legisladores. Lo que parecería natural es que un peronista apoye y acompañe a otro. Pero en Córdoba El cordobanismo tiene otra máxima, seguir la intención mayoritaria y nunca contradecir al electorado.
El gobernador y su pareja, la senadora Alejandra Vigo, se muestran firmes ante las voces disonantes que apareció en plena campaña. Los intendentes de varios puntos cardinales trabajaron expuestos para Massa sin ser atendidos “kircheristas”.
el legislador Tania Kyshakevych fue tajante y comenzó un duro intercambio de billetes interno: “qué irónico, cuando se necesitaban los votos para ganar el Capital, ahí el kirchnerismo sirvió. Ese papel autoritario al que nos tiene acostumbrados su jefe. Las palabras tuvieron un solo destinatario: Leonardo Limia.
El “viguista” intenta combatir al legislador y justifica que “Hacemos por Córdoba es un espacio que hace tiempo que está consolidado en Córdoba, (Juan) Schiaretti ha sido totalmente coherente con lo que siempre proclamó como dirigente político. Estaba claro: No es necesario votar por el candidato K Massa. “No creo que estuviera pidiendo un voto en blanco”..
La acusación de Tania
El legislador “delasotista” acusa directamente a Alejandra Vigo de perseguir a los “traidores”. “Cuando ves un tuit donde nos llaman traidores a los que decidimos no acompañar a Milei. Esta caza de brujas que pasa desapercibida. “Yo no soy del kirchnerismo”, remarcó en el reportaje a Cadena 3.
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En ningún momento de la campaña Sergio Massa recibió un solo gesto a favor de las autoridades del gobierno provincial. Ni siquiera obtuvo una señal concreta del gobernador electo Martín Llaryora, quien siempre jugó apelando a la neutralidad, aunque ordenó a sus funcionarios expresarse en público.
Será una semana complicada dentro del oficialismo provincial. Las tensiones ya se sienten entre quienes se desviaron de la línea trazada por Juan Schiaretti.
Muchos dirigentes y funcionarios ya están en la lista de “infieles al cordobanismo”.”. Pueden ubicar a Nadia Fernández, vicepresidenta de la Legislatura; Rodrigo Rufeil, a Juan Domingo Viola, secretario de Participación Ciudadana; la expareja de De La Sota, Adriana Nazario, el legislador Mariano Lorenzo, del Movimiento Evita; o Martín Gill y Marcos Torres, alcaldes con voto propio, entre otros.
Podría acompañar al secretario de gobierno municipal saliente, Miguel Siciliano, en la asamblea electoral de Massa, en el distrito Capital.
El 10 de diciembre comienza una nueva era en la provincia. Habrá que esperar y ver cómo el próximo gobernador tolerará las diferencias en caso de presentarse o acompañar a un candidato contrario a los deseos del “jefe”.