El ciclo vegetativo de la vid continúa al margen de lo que suceda en los despachos y en los mercados, donde Rioja afronta una campaña crítica, con algunas ayudas para la vendimia en verde en trámite y otras comprometidas para la destilación, pero aún sin plazos claros e, incluso, con las dudas de que pueda llegar a tiempo para esta campaña. El viñedo se encuentra en fase de floración, más avanzada en Rioja Oriental, con un ciclo que no ha estado nada mal por las temperaturas más suaves de mayo tras los sofocos de abril.
“El color ha amarilleado por el rápido desarrollo inicial, pero creemos que se corregirá con la normalización de las temperaturas”, dice Julián Palacios, ingeniero agrónomo de Viticultura Viva.
Palacios señala que, pese al importante déficit pluviométrico -“en Logroño tenemos 220 litros desde el 1 de noviembre, 90 menos que la media de los últimos años”-, la planta sigue sin demandar agua con intensidad: “La situación de riesgo que viviremos más tarde si sigue sin llover, pero, por ejemplo, estamos mucho mejor que en zonas como el Levante, en Jumilla, o el Penedés, en Cataluña, donde incluso hay plantas con problemas para brotar por falta de agua.
En este sentido, el ingeniero agrónomo explica que “también hemos superado un riesgo importante, como es la posibilidad de una helada con un ciclo tan avanzado como el que tuvimos en abril, y, como de hecho ocurrió la semana pasada en Ribera del Duero con daños importantes .” . Así, de momento, la vid, aunque mantiene un adelanto de aproximadamente una semana y un ciclo algo loco, no se encuentra en una situación crítica: “A nivel fenológico, los tempranillos están más avanzados en Rioja Oriental y el cuajado es siendo bueno, mientras que en la zona Alta y Alavesa ya se está empezando a florecer y, sobre todo por las altas temperaturas en el momento de la brotación, hay cierta heterogeneidad con yemas más avanzadas que otras en la misma cepa, pero que se podría compensar si el ciclo es tranquilizador, ya que hasta mayo a la viña no le había faltado el agua que necesitaba».
---Julián Palacios señala que debido a la integral térmica y la falta de lluvias, la situación más parecida a esta campaña se dio en la cosecha 2017: “Fue muy seca y cálida, pero estuvo totalmente condicionada por las intensas heladas de finales de abril. , por lo que se puede llegar a pocas conclusiones. pueden sacar.” “2022, el año pasado –continúa– también fue muy seco y cálido, pero, sin embargo, hasta mayo la viña incluso tuvo un excedente de agua”.
buena salud
En cuanto al tema sanitario, se han detectado las primeras manchas de mildiú pero no hay riesgo de alerta general por el momento y, de hecho, en la mayoría de los viñedos ya se han dado manos preventivas, a la espera de las tormentas que se anuncian y no No dejes de llegar. Ha hecho su aparición el oídio, que se ve beneficiado por estas frescas temperaturas y la tramontana, pero, como apunta el ingeniero agrónomo, es un “sospechoso habitual y la gente está acostumbrada a actuar desde el momento en que los mazuelos avisan de su presencia”.
En definitiva, el viñedo va bien de momento -mucho mejor que en otros Lares-, la floración parece cuajar sin incidentes y la vendimia, a pesar del notable déficit hídrico, no debería resentirse salvo que persista la sequía y, cuando la planta lo demande agua, no hay donde encontrarla.