La jugada mágica que busca Cristina Kirchner mientras la economía cruje

La jugada mágica que busca Cristina Kirchner mientras la economía cruje
La jugada mágica que busca Cristina Kirchner mientras la economía cruje
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El peronismo sigue perdido entre dos entretenimientos irrelevantes: la candidatura a la reelección de Alberto Fernández respaldado sólo por su propia terquedad y el clamor melancólico de cristina kirchnerque ordena alimentar con actos y fondos públicos mientras jura a quienes la consultan que de ninguna manera revisará la decisión de no pelear por la presidencia este año.

Alberto y Cristina no se hablan, pero juegan al mismo juego, que consiste en disfrazar de tensión competitiva la aterradora carencia que hoy revela el peronismo. Después de tres largos años en el poder, con una economía quebrada y evidentes problemas de liderazgo político, ni el Presidente ni el Vicepresidente tienen entre manos un proyecto sólido con el que disputar el poder.

Opera desesperada en busca de la jugada mágica que pueda ordenar el directorio del peronismo, como lo hizo en 2019 cuando tuiteó a todo el país anticipadamente con el anuncio de la impensable fórmula que encabeza Fernández. Se autoexcluyó en un arranque de ira el día que fue condenada por corrupción, pero ya sabía que sus números -al igual que hace cuatro años- le impiden aspirar seriamente a un regreso a la Casa Rosada. El desastre económico devaluó la mejor carta que creía tener en la mano: la ministra de Economía, sergio masa. Al otro eventual candidato con algún tirón electoral, que es Axel Kicillofquiere mantenerlo a toda costa en la fortaleza kirchnerista de la provincia de Buenos Aires.

Massa, en su reciente viaje a Estados Unidos: busca finanzas (¿y también políticas?)

Al ver la trampa de “la Jefa”, Fernández mantiene el coqueteo de su candidatura y anima con fe y esperanza a la renacimiento de daniel scioli. Insiste en que el oficialismo tiene que organizar un PASO y mientras tanto evitar la disolución prematura de lo que queda de su autoridad. Pero incluso aquellos que lo aman bien advierten que está presionando el acelerador en un callejón sin salida. “Alberto es un político profesional. Sabe que no puede plantearse ir a primarias contra el kirchnerismo y sin apoyo”, dice un ministro nacional que observa el escenario a la espera de la señal de orden que, a su juicio, “solo puede surgir de un acuerdo” entre el Presidente y el vicepresidente. .

Un gobernador peronista del Norte señala: “Todos tenemos claro que no va a ser Cristina. Y que Alberto va a bajar de aquí en un mes, mes y medio. Ella tiene muy claro que una reclusa no se puede levantar contra el presidente del gobierno que ella creó e integró todos estos años.. Necesita una narrativa que justifique su renuncia a la reelección y que requiera de un candidato que pueda representar al grupo y defender de alguna manera a esta administración”.

Parece un perfil complicado, como si se dispusieran a buscar un unicornio. En distintas orillas del peronismo unido, plantean que rescatar a Massa del huracán económico en el que se metió con su plan de orden financiero se ha convertido en una prioridad para el kirchnerismo.

El índice de inflación de febrero más la reserva de emergencia que se ve agravada por los estragos de la sequía golpearon la línea de flotación del ministro. Él “Plomero al Titanic” como él mismo describió su trabajo, sigue buscando herramientas en la caja, con un iceberg encima.

Le estrechó la mano y lo agarró del codo: Alberto Fernández espera que Biden le dé una ayuda vital para el proyecto del Frente de Todos

Negociaciones en Estados Unidos en busca de otro guiño del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno de Joe Biden Son episodios claves en la jornada electoral del Frente de Todos. Las medidas vinculadas a la ensalada cambiaria tendrán más peso en la campaña que cualquier acto desalmado de los candidatos que Alberto y Cristina envían a recorrer fábricas y comedores escolares.

“Sergio aún puede serlo. No va a bajar la inflación al 3% como prometió, pero si al menos puede transmitir que el riesgo de corrida ha pasado y puede decir que aterrizó el avión después de la turbulencia, tiene una oportunidad. Le queda un mes, no mucho más”, traduce un dirigente de La Cámpora que admite la directiva “de arriba” de no incluir nunca a la ministra en las críticas públicas a la deriva del Gobierno.

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La opción de Massa, en opinión de dirigentes de distintos sectores del peronismo, le daría a Fernández un cuento para desistir de su reelección. Es parte de su gerencia y, aparte de algunas amargas fricciones recientes entre ellos, no es parte del amplio campo de quienes lo bombardearon desde adentro. Cristina debería tragarse el orgullo de entronizar a alguien que en otra vida llegó a amenazarla con la cárcel, pero podría arrogarse su derecho a ponerle un vicio “del palo”. Después de todo, está casi resignada al hecho de que no puede ganar: la insta a conseguir una oferta que evite la “catástrofe electoral” (Son palabras que suele utilizar) y le permitan rescatar más que migajas del poder que se avecina.

Todas estas especulaciones se derrumban si los precios siguen creciendo sin control, la actividad se estanca y el ruido cambiario se vuelve ensordecedor como ha sido en las últimas semanas. Una de las necesidades apremiantes del Frente de Todos consiste en diseñar un discurso de campaña que no haga alusión a la inflación, el dólar y la pobreza. Hoy no hay GPT para salvarlos.

“La situación es terriblemente frágil”, se sincera un funcionario del Palacio de Hacienda. secretario de industria, José Ignacio de MendigurenRompió el pacto de susurros y lanzó una lapidaria frase: “Luchamos minuto a minuto para evitar una devaluación repentina”. Hay palabras que con solo nombrarlas describen la gravedad de un asunto. el cristiano Óscar Parrilli se aferró a la metáfora náutica: “Tenemos que evitar que el Titanic se hunda”.

Si Massa descubre que su camino por el laberinto, como el de Cristina y Alberto, no conduce a la salida, ¿entonces qué? Es la pregunta que une a este peronismo fragmentado, lleno de espectadores interesados ​​en una salida consensuada. Gobernadores, alcaldes y sindicalistas empiezan a impacientarse: piden “orden”, un bien escaso en esta última encarnación del kirchnerismo.

La hipótesis de un PASO entre dos retadores de semifondo, como serían según los números actuales de las encuestas un duelo Scioli vs Wado de Pedro no ilusiona a los jugadores que defienden pedazos de poder real. Arrastrar a Kicillof a la carrera presidencial, una idea que hasta hace unos días murmuraba Máximo Kirchner, va perdiendo fuerza. Cristina les dice a quienes logran hablar con ella que lo quiere sí o sí en la provincia, coinciden fuentes de variada procedencia. Pero, ¿está definitivamente descartado? “El límite es el miedo a la derrota”, sugiere un intérprete del vicepresidente. “Si Massa cae y todas las alternativas son débiles, ella no va a ser tan terca como para entregarlo a una derrota en Buenos Aires. Se sabe que Axel es quien mejor retiene el voto duro del kirchnerismo. Él es el movimiento de último recurso. Eso sí, si sale elegido, será sin PASO, como candidato de la unidad”.

Axel Kicillof @santiagogeguia

Las primarias aparecen como el escenario a evitar a los ojos de Cristina Kirchner. Sobre todo, porque cree que no hay dos candidatos con la fuerza suficiente para movilizar al peronismo nacional y desatar un proceso político virtuoso. Siempre prefirió el decreto de arriba. Lo que los maliciosos llaman “dedo”. Esta vez es más difícil. La resistencia de Fernández, el desprecio de su aliado Massa y la incapacidad de La Cámpora para crear un líder atractivo para los votantes la empuja a la situación de buscar un acuerdo con su díscola criatura.

Mauricio Macri aceleró el vértigo del otro lado de la grieta al anunciar con mucha anticipación que no será candidato este año. Quitó una referencia a los kirchneristas, que en términos futbolísticos siempre vieron al expresidente como un 9 del área que habían aprendido a marcar. No tienen claro cómo ajustar la defensa ante jugadores inciertos como Horacio Rodríguez Larreta cualquiera patricia bullrich. Agradecen al cielo la presencia de javier mileique pone un techo Juntos por el Cambio. Florecen los peronistas amistosos, que ya ofrecen distritos armados alternativos al líder de los libertarios. Es temporada de “casta” a la venta.

Cristina alinea con urgencia el frente donde aún tiene la primacía. Atrapada por la crisis económica, golpeada por su calvario judicial y limitada en su liderazgo, quedó presa de variables que no controla.

Está en juego su supervivencia política y la de su movimiento. Tienes que elegir a otra persona para que pelee en tu nombre. No es precisamente la especialidad de la casa.

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