No ha habido ningún proceso social, económico o político en el que no hayan interferido de una forma u otra para entorpecer las decisiones soberanas de nuestro país, debido a su desarrollo, de ahí la campaña orquestada contra las elecciones de diputados, a nadie le extraña. y hay mucha gente que no se deja engañar, ni olvida el pasado. Magalis Gertrudis López Álvarez fue testigo y víctima de esa etapa vergonzosa, anterior a 1959, cuando los desvalidos no tenían acceso a la educación, a la salud, a la satisfacción de las necesidades más básicas del ser humano.
“Recuerdo que los pobres, que eran la gran mayoría de los cubanos, sufrían mucho los asesinatos, la desigualdad social y la explotación de los poderosos… Por ejemplo, había escuelas para los desposeídos y otras para los ricos. Cuando yo era niño estudiaba en una escuela pública y mis padres no tenían recursos, ni siquiera para zapatos, entonces en época de elecciones los “candidatos ilustres” se presentaban con galletas y otras conservas para conseguir votos… Hicieron muchas promesas de mejoras, que nunca cumplieron”.
Los 86 años que ha vivido esta santiaguera, le permiten compararse entre aquella sociedad corrupta y vil, donde la desvergüenza era dueña de todos los gobiernos títeres.
---“Había un tal Casero, que llegó a ser alcalde de Santiago, y en la campaña electoral prometió la ampliación del alumbrado público, que se le daría trabajo a la gente y todo cambiaría… También pasó que para entrar a un hospital había que revisar los votos A ninguno de esos corruptos le importaba la vida ni el bienestar de nadie. “Quería ser maestra, pero era solo un deseo, porque mi madre de dónde sacaría dinero. Ella era nieta de una mambisa y éramos muy pobres. Ya en mi juventud las dos colaboramos en la lucha clandestina y ella siempre me decía que habría un cambio y podría cumplir mi sueño de ser maestra. Cuando triunfó la Revolución lo hice, me hice bachiller, maestro y defectólogo”.
Magalis vive en Capdevila No. 3, entre Corona y Rastro, en Santiago de Cuba. Tiene cuatro hijos, siete nietos y cuatro bisnietos y está muy orgullosa de su familia, y de haber estado muy involucrada en todas las tareas, de ahí las medallas que guarda con mucho celo y amor, y lo más sorprendente es que aún sigue responsable de la vigilancia de sus CDR.
“Los diputados propuestos tienen un gran prestigio para representar al pueblo y sabemos que pondrán todo su empeño para que podamos salir adelante… Hoy, a pesar de todas las dificultades, principalmente por el bloqueo, estoy feliz de vivir en nuestra país, por haber contado con ese gigante de la historia, nuestro Fidel, máximo líder de una revolución que lo ha dado todo por Cuba y tenemos que defenderlo con todas nuestras fuerzas. Por eso, en agradecimiento y lealtad a la gran obra, nos toca a todos asistir a las urnas el día 26 y votar por la Patria, no por compromiso, sino de corazón”.
