El portavoz presidencial, Nabil Abu Rudeina, criticó la operación militar llevada a cabo este sábado para liberar a cuatro prisioneros israelíes por las consecuencias que tiene para la población civil.
“Hacemos totalmente responsable a la administración estadounidense de las masacres que están cometiendo las autoridades de ocupación israelíes y exigimos que detenga esta guerra”, subrayó.
En una línea similar se pronunció el presidente del Consejo Nacional Palestino (parlamento), Rawhi Fattouh, al considerar que los acontecimientos de Nuseirat son “un mensaje de desafío a la comunidad internacional y sus decisiones”.
El bombardeo del campo, que alberga a decenas de miles de desplazados, es un crimen y una masacre, afirmó.
Según fuentes médicas, citadas por la agencia oficial de noticias Wafa, 210 palestinos murieron durante el ataque y otros 400 resultaron heridos.
Durante más de dos horas, artillería y aviones de combate llevaron a cabo violentos e intensos ataques en varias zonas de la gobernación central, detalló el medio noticioso.
Los drones abrieron fuego contra todos los que circulaban por las carreteras, causando cientos de víctimas, afirmó.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron en un comunicado que cientos de soldados junto con un equipo de tropas especiales de la policía (Yamam) y la Shit Bet (seguridad interna) llevaron a cabo una incursión tras recibir información de inteligencia.
La operación permitió rescatar con vida en un edificio a Noa Argami, de 21 años, y en otro a Almog Mer Jan (40), Andrey Kozlov (27) y Shlomi Ziv (40), explicó.
El portavoz de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, detalló que un oficial de Yamam murió durante los enfrentamientos.
Las milicias palestinas aún retienen a 116 israelíes (más de 40 de ellos muertos, según el ejército) y dicen que sólo serán liberados como parte de un intercambio de prisioneros en un acuerdo que incluye el fin de la agresión en Gaza.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) minimizó la operación al señalar que no es un éxito para Israel rescatar sólo a cuatro de sus ciudadanos tras ocho meses de cautiverio.
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