Según las proyecciones de Goldman Sachs, China tendrá un PIB mayor que el de Estados Unidos en 2034 y el de India en 2070. Para otros analistas, Estados Unidos mantendría el predominio, pero con China e India compitiendo centímetro a centímetro por la primacía.
El contexto requiere mantener una Política exterior independiente y multilateral, lejos de sobreactuaciones y alineamientos automáticos con cualquier potencia extranjera.. El único camino hacia el desarrollo es fortalecer la integración regional como forma de potenciar el mercado interno y poder lograr ventajas competitivas dinámicas, estimulando la ciencia y la tecnología locales y articulando proyectos regionales.
Durante la administración de Bolsonaro, Brasil no abandonó a los Brics y mantuvo una política de Estado y de inserción internacional consistente con sus intereses nacionales. Renunciar a unirse a los Brics, extendido a aliados occidentales como Arabia Saudita, que coexiste en los Brics con su rival Irán, constituye no sólo una burda ideologización sino el error estratégico más grave de Argentina.
Un bloque al que aspiran sumarse más de 40 países de desarrollo medio y bajo y que pasó de representar el 23% del producto mundial y el 16% del comercio mundial en su versión original, a en su versión ampliada representar el 35,8%. del PIB mundial en comparación con el 27% de los países del G7 y tienen el 25% del comercio mundial total.
En el análisis de beneficios y costos, queda claro que una estrategia subordinada a una potencia hegemónica es un mal negocio para la Argentina y remite al error histórico del Pacto Roca Runciman de 1933, cuando nuestro país cedió su mercado de carne a Gran Bretaña. cuando Estados Unidos se afirmó como una nueva hegemonía emergente.
Para evaluar un posible rumbo de la guerra hegemónica, un informe muy interesante para analizar cómo evoluciona el contexto de “guerra geopolítica” es el Critical Technology Monitoring Report “The Global Race for Future Power” realizado por el Australian Strategic Policy Institute. (ASPI).
El suministro de insumos críticos y el acceso a productos terminados con alto contenido tecnológico es crucial, y la visión de que se puede adquirir en un mundo de libre mercado ha terminado, por problemas de suministro en la pandemia y la propia guerra geopolítica que ha cambiado la concepción. de cadenas de valor productivas.
Este informe hace una evaluación de siete áreas que suman 44 ítems que incluyen fabricación industrial de materiales críticos, informática, tecnología e inteligencia artificial, energías limpias, tecnología en física cuántica, biotecnología, ingeniería genética y vacunas, tecnología naval, robótica, defensa y sistemas. satélites.
El informe concluye que China tiene ventaja en 37 de 44 ítems sobre Estados Unidos. De hecho, China tiene 7 de las 10 principales investigaciones sobre motores de aviones hipersónicos y tiene cuatro veces más publicaciones de alto impacto que Estados Unidos.
En momentos en que en Argentina se recorta el presupuesto universitario, una cuestión que refleja la capacidad de desarrollar tecnología propia es dónde se forman y trabajan los investigadores.
El 68,6% de los profesionales que trabajan en China en institutos de investigación en tecnología espacial se formaron en universidades de ese país. China también está atrayendo a su país a profesionales que realizaron posgrados en la materia en países occidentales. El 21,6% de los autores de publicaciones de alto impacto trabajan en China, tanto chinos que regresan a su país como extranjeros que acuden a ese país para adquirir experiencia profesional.
Un desafío es que ningún país latinoamericano se encuentra entre los cinco primeros en ningún rubro. La única manera de aspirar a un desarrollo tecnológico independiente, clave para cambiar la matriz productiva y crear empleo de calidad, es a través de la integración regional y, como propone el informe de ASPI, una “sinergia pública y privada”.
Lo anterior reitera la imperiosa necesidad de una política nacional que amplíe la soberanía nacional y que, para ser efectiva, pase por adecuadas políticas de desarrollo articuladas con una inserción internacional sustentada en la integración regional, en un mundo que se estructura en bloques regionales.
Es clave mantener un multilateralismo que asegure la soberanía y minimice las hipótesis de conflicto, evitando repetir errores históricos de un alineamiento automático que no hizo nada para mejorar la situación de Argentina y su pueblo.
