Con una intensa agenda política de unidad, transparencia y visitas internacionales, Venezuela cerró este sábado la semana, en la que destacó la celebración de la XXIII Cumbre del ALBA-TCP y la apertura de una oficina de la CPI.
La cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) fue, sin duda, el punto culminante con la llegada a Caracas de los jefes de Estado y de Gobierno de sus 10 países miembros, o delegación titulares.
En este encuentro se aprobaron tres documentos que renuevan y fortalecen la concepción de sus fundadores, los comandantes Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), de avanzar por el camino de la unión, el diálogo y la concertación política.
La cual, como dice la Declaración Final, debe estar “basada en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica”.
Para ello, los gobernantes aprobaron la Agenda Estratégica ALBA 2030, que, con siete vértices, constituye un gran salto en la proyección de corto, mediano y largo plazo de materializar los conceptos antes esbozados.
El documento propuso la creación de la Agencia de Cooperación y Desarrollo del ALBA-TCP; estudiar y aprobar el plan de relanzamiento de Petrocaribe en la nueva etapa; aprobación del Plan Alimentario del ALBA; y firmar y adoptar definitivamente el Tratado de Comercio de los Pueblos.
Esto último como zona de comercio justo y complementariedad económica respecto de los niveles de desarrollo de cada nación, propuesta que nació desde Bolivia hace un tiempo y que el bloque regional adoptó como propia.
Crear también un programa especial de desarrollo científico, cultural, comunicacional y académico; el relanzamiento del Plan de Salud del ALBA; y avanzar en la creación de una agencia del ALBA-TCP para mitigar el impacto de la emergencia climática.
La Declaración final resumió el sentimiento de los discursos de los líderes, quienes explicaron con sus visiones y perspectivas políticas las amenazas que se vislumbran en la región y el mundo, así como qué hacer para seguir consolidando el mecanismo latinoamericano y caribeño.
Según afirmó en el encuentro, el ALBA-TCP “levanta hoy la bandera de ser una alternativa a la extrema derecha y al fascismo en el mundo”.
Esta afirmación quedó evidenciada en una declaración especial de solidaridad con Palestina, que exigió una solución justa y duradera con la creación de dos Estados, con Jerusalén Este como su capital, y garantizando el derecho de retorno de los refugiados.
También llamó a la comunidad internacional a imponer un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza y detener el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad contra su población, que viola los principios y propósitos de la Carta de la ONU y el derecho internacional.
Trascendente, por su trascendencia en el contexto actual y futuro, fue la invitación especial a Palestina para participar en la Cumbre de 20 años del ALBA-TCP, prevista para realizarse en La Habana, Cuba, en diciembre próximo.
En sus 22 puntos, la Declaración Final expresó su “más firme rechazo al insólito allanamiento” de la embajada de México en Quito por parte del gobierno de Ecuador, que creó “un precedente peligroso que amenaza la paz y la estabilidad de nuestra región”. ”.
Ratificó la enérgica condena al “genocida e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero” impuesto por Estados Unidos contra Cuba, y exigió la salida de la Isla de la “espuria y arbitraria lista unilateral” de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
El texto también expresó su solidaridad con Venezuela ante el ataque imperial para reeditar nuevas sanciones y con su proceso electoral que se llevará a cabo el 28 de julio de 2024.
En la semana que cierra concluyó la reunión extraordinaria entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, y anunciaron una nueva reunión en Caracas de la Mesa de Diálogo entre el 20 y 25 de mayo.
Asimismo, el fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, dejó abierta aquí una oficina de ese tribunal, mientras el Estado venezolano y la CPI acordaron avanzar en la complementariedad jurídica y los Derechos Humanos.
Y como parte del proceso previo a las elecciones del 28 de julio, llegó a Venezuela un Equipo Técnico de la ONU, el quinto en las últimas semanas, que dialogó con el canciller Yván Gil y autoridades del Consejo Nacional Electoral.
