La Justicia italiana solicitaría la extradición de Marta Lucía Ramírez, quien fue canciller de Colombia durante el gobierno del expresidente Iván Duque, porque estaría involucrada en el caso de sobornos a Massimo D’Alema y Alessandro Profumo.
“En las investigaciones, además del exfuncionario, también participan Edgardo Fierro Flores, jefe del grupo de trabajo para la presentación de oportunidades en Colombia, y finalmente Germán Monroy Ramírez y Francisco Joya Prieto, delegados de la comisión del Senado de Colombia”, dice la prensa italiana.
La investigación señala que Marta Lucía Ramírez sería la responsable de recibir $40 millones de euros, pues la otra mitad se quedaría en Italia. En total se habla de 80 millones de euros en recompensas ilegales.
La Fiscalía, en las investigaciones, sostiene que en los últimos años “los sujetos investigados han trabajado en diversas funciones como promotores de la iniciativa económica comercial para venderle al Gobierno de Colombia productos de empresas italianas con participación pública -Leonardo, en particular M 346 aeronaves, y Fincantieri, en particular Corbetas y pequeños submarinos y construcción de astilleros- con el fin de obtener de las autoridades colombianas la celebración de los acuerdos formales y definitivos relacionados con los suministros descritos y cuyo valor económico total ascendió a más de 4.000 millones de euros» .
La distribución de la suma se habría hecho a través de un bufete de abogados con sede en Miami informado por D’Alema, Robert Allen Law, representado en Italia en esta negociación por Umberto Bonavita y Gherardo Gardo.
“No fui”
Este miércoles, Marta Lucía Ramírez se pronunció en sus redes sociales en contra de la supuesta compra de aviones militares a una empresa italiana por parte del Gobierno de Iván Duque.
A través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter, la excanciller explicó su defensa en tres puntos.
“En mi calidad de vicepresidente y canciller durante la administración anterior, no tenía competencia ni responsabilidad en cuanto a la adquisición de aeronaves o equipo militar. No me involucré, ni participé en reuniones o encuentros con empresas del sector de la seguridad y defensa”, fue el primero de ellos.
Entre líneas agregó que, “lo relacionado con el Ministerio de Defensa y la interlocución con las empresas del sector siempre estuvo a cargo del conductor habitual. De esta manera, el Ministerio de la Defensa Nacional y las compras de esa entidad deben ser explicadas por quienes estaban en esa cartera”.
Finalmente, Ramírez señaló que Massimo D’Alema había mostrado interés en contactarla para presentarle una supuesta venta de aeronaves italianas a Colombia. “Si hubo esa intención por parte del señor D’Alema, ese interés se frustró y nunca me reuní con él, ni lo conozco ni a sus aliados en el escándalo que afortunadamente investiga la justicia italiana”, dijo Ramírez en El documento.