Autor: Glamorama / 1 de junio de 2024
Camila Andrade denunció ante la Inspección del Trabajo a su exnovio, un hombre llamado Gerardo Zavala, quien tiene un local comercial, porque argumenta que él no le pagó por su trabajo en un salón de belleza que abrieron juntos antes de su separación y antes de que ella Comenzó su relación con Francisco Kaminski. La ex Miss Chile, de 33 años, cree que Zavala le debe nueve millones de pesos. Por otro lado, la ex minimiza el trabajo de Andrade en el negocio y cree que solo debe 600 mil pesos.
En Zona de Estrellas hablaron con Zavala:
Hugo Valencia: “Hay varias cosas que Gerardo quiere aclarar con relación a la demanda de Camila Andrade. Lo primero que se interpuso entre la empresa, o él, y Camila, nunca hubo un contrato laboral. Y alega que debería recibir un salario mensual de un millón y medio de pesos por los servicios prestados, porque Camila dice que su trabajo comenzó en noviembre del año pasado. Y según Gerardo lo que pasó en noviembre fue la entrega de las llaves del local”.
Mario Velasco: “Sí, pero ahí es donde empieza a correr el taxímetro, el momento en que Camila empieza a ponerle energía a un lugar”
Valencia: “Según me cuenta Gerardo, durante los meses de diciembre y enero recién se estuvo construyendo el local. Camila considera que empezó a trabajar desde noviembre y por eso son nueve millones.
Adriana Barrientos: “Camila lo que debería haber hecho es tener un contrato de trabajo”
Valencia: “Gerardo me da algunas fechas. Me cuenta que la tienda abrió el 25 de febrero. El 27 se van de vacaciones a Brasil, regresaron a Chile el 4 de marzo y terminan su relación el diez del mismo mes.
“Entonces, para Gerardo, el trabajo de Camila era del 4 al 10 de marzo, cuando la tienda estaba abierta y todavía eran pareja. Seis días. Y me cuenta que en el período anterior a marzo lo único que habría hecho Camila fue acompañar al administrador a comprar insumos en una ocasión. Tendrá que demostrar que trabajó más.
“Y en marzo lo que hizo un par de veces fue ir al centro de belleza a tomar unos cafés y hablar con la clientela que iba llegando. Por ese trabajo le ofrece estos 600 mil pesos, algo que ella no está dispuesta a aceptar.
