Una confesión que llega veinte años después.

Una confesión que llega veinte años después.
Una confesión que llega veinte años después.

La semana grande de los Reyes Felipe y Letizia. También la semana en la que han estado aún más en el ojo del huracán. Hace veinte años, los entonces príncipes se dieron el ‘sí, quiero’ en la Catedral de la Almudena. Un día lluvioso y desagradable en el que comenzaba su nueva etapa. Como era de esperar, a lo largo de la semana, testigos presentes y periodistas encargados de cubrir el suceso han narrado todo lo vivido. Desde las tensiones que se produjeron entre la familia Ortiz Rocasolano hasta el papel del Rey Juan Carlos y su influencia en la bienvenida de Letizia a la Familia Real, ya oficialmente.

Fue dentro de estos recuerdos que salió a la luz un incómodo encuentro entre la actual Reina Letizia y el periodista Carlos Herrera. Fue el propio Herrera, de hecho, quien se encargó de contarlo. Un cara a cara con la reina consorte que nos retrotrae a los momentos en los que Letizia se veía afectada por su fuerte carácter o el deseo de proteger a sus seres queridos que no encontró en los Borbones. ¿Qué pasó para que la reina se enojara con el periodista? Su abuela, Menchu ​​Álvarez del Valle fue la protagonista.

El enfado de la reina Letizia con el periodista Carlos Herrera

“Una locución perfecta, una dicción fascinante.” Carlos Herrera contó en su programa de radio el impacto que tuvo al asistir a la lectura que dio la abuela de la entonces Princesa Letizia durante la boda de su nieta. El profesional de la radio, Menchu ​​Álvarez del Valle cautivó a todos con su manera de abordar el texto y las habilidades comunicativas que, sin duda, ha heredado su nieta. Herrera había acudido a la boda acompañado de su expareja, Mariló Montero.

“Fui a verla poco después para decirle: ‘¿Por qué no vienes conmigo a trabajar en la radio y hacemos una sección?’”, explicó el periodista. Herrera se acercó a Álvarez del Valle para proponerle una colaboración. Esta ella, ya jubilada, declinó su oferta. Aunque Herrera, según explicó, intentó que esto volviera a suceder. Finalmente, la abuela de la reina no quiso volver al entorno en el que desarrolló prácticamente toda su carrera.

Sin embargo, no todo quedó ahí. El periodista explicó cómo, tiempo después, conoció a la reina Letizia y ella le desanimó el interés de fichar a su abuela para su programa. “Y entonces Letizia me dijo un día en una cena: ‘Pero, a ver, ¿le habrías hecho esa oferta a mi abuela si no fuera mi abuela’?”. ya veremos… No empieces a manipular la escena.‘. “Esa no era la pregunta correcta”.

La desprotección para los Ortiz Rocasolano

Uno de los grandes temas relacionados con Letizia y que muy poco se ha discutido a lo largo de los veinte años que dura el matrimonio de los reyes ha sido el papel de la familia Ortiz Rocasolano. La familia de Letizia se puso en primera línea de noticias nada más confirmarse el noviazgo de la periodista con el Príncipe de Asturias. Todos querían saber quiénes eran los parientes de la futura reina, de dónde venían y a qué se dedicaban.

Lejos de ofrecer determinadas medidas y aconsejar a los recién llegados, es ahora cuando se hace hincapié en El desamparo en el que se encontraban los Ortiz Rocasolano dado el enorme interés generado en la sociedad. Todos, en la medida de lo posible, intentaron hacer frente a la presión. Fue, sin duda, la entonces Princesa de Asturias quien mayores esfuerzos hizo para dejar a su familia fuera del foco aunque nunca pudo conseguirlo.

Fue necesario mucho tiempo y varias desgracias terribles para que el séquito de la reina Letizia encontrara su lugar. Discretos y sin estridencias, los padres de la reina y su hermana Telma mantienen actualmente una postura mucho más acorde con los intereses de la institución que los propios Borbones. Los esfuerzos de la Familia Real por limitar el núcleo de la Familia Real a los reyes y sus hijas son el mejor ejemplo. Sólo la Reina Sofía tiene cabida ahora mismo en las funciones de representación de la Corona. Ni las hermanas del rey, ni los sobrinos, ni nada más que los miembros oficiales de Zarzuela.

El cambio de Letizia, veinte años después

Atrás quedó aquel momento en el que Letizia Ortiz le dijo al príncipe Felipe que la dejara hablar y todos se formaron una imagen de la reina que ha costado mucho esfuerzo transformar. La entonces periodista se presentó ante los medios como la novia oficial del heredero al trono y, aunque fue el príncipe quien había interrumpido a su pareja, Letizia ya no pudo deshacerse de esa etiqueta. Su llegada a la realeza no fue fácil para la actual reina.

En dos décadas, El cambio provocado por la reina ha sido más que evidente. No sólo se han definido los miembros de la Familia Real, sino que se ha intentado ofrecer una imagen diferente en su día a día. Del deporte hemos pasado a la cultura, de la opacidad hemos pasado a una aparente transparencia -que habrá que ver si es realmente cierta- y de un rey campechano hemos pasado a una reina popular y analizada al detalle.

La reina ha dejado su huella en la Zarzuela. Y lo ha hecho contra prácticamente todos los que han compartido espacio con ella. Es ahora cuando empieza a respirar un poco mejor. Sus discursos se escuchan, sus apariciones interesan. Sus ataques no cesan, eso sí, pero parece que la reina ahora se lo toma todo de otra manera. ¿Un paso al costado para empezar a darle protagonismo a su hija Leonor de ella? El tiempo de la heredera al trono comenzó cuando cumplió 18 años y ella sólo va a seguir adelante.

Los obstáculos que la reina Letizia ha intentado superar

Las críticas que ha tenido que soportar la reina Letizia desde su incorporación a la Familia Real no han tenido un precedente claro. Cuestionó sobre su carácter, sobre su preparación, sobre sus gestos, sobre su físico y prácticamente sobre cualquier cosa. Ha tenido obstáculos en su familia, en su entorno, en su familia política y en su nobleza. La actual reina ha aguantado carros y carros y se mantiene firme en su puesto.

Con el paso de los años, Letizia ha conseguido reforzar su posición. La subida al trono del rey Felipe fue el respiro que necesitaba la pareja. Acabó con la influencia del rey Juan Carlos y comenzó una nueva etapa en la Zarzuela. Los cambios fueron evidentes. Los reyes, especialmente la reina, parecen más cercanos, más naturales. Se relajaron los requisitos para vacaciones privadas y ausencias en Palma de Mallorca. Se acabaron las tensas reuniones con los Borbones y las críticas a la conducta de Letizia. Todo estaba encajando para ella.

Ahora tenemos que pensar en el futuro. ¿Cómo va a gestionar la reina la evolución de la Corona? ¿Qué papel tendrá en la vida de su hija Leonor de ella? De momento, hemos empezado a ver cómo la Princesa de Asturias comparte momentos de soledad con su padre. Es el rey quien pasa el testigo a su hija en sus actividades, aunque es la reina quien acumula la popularidad y aceptación de la sociedad. Un equilibrio difícil de superar.

 
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