Pletórico. Posiblemente este sea el término que mejor define el actual estado del rey Felipe VI. El jefe de Estado combina ágilmente compromisos institucionales y apariciones privadas y lo hace con un espíritu que pocas veces hemos visto en él. Dispuesto a todo y ofreciendo una imagen tranquila e incluso divertida, el cambio de rey tampoco ha pasado desapercibido en la prensa extranjera. Tras su reciente visita a Holanda, los medios locales destacaron la cercanía del rey e ignoraron, curiosamente, la presencia de la reina. La atención volvió a Felipe.
El paso firme de la reina Letizia había dejado a su marido en un plan complejo. Primera figura institucional del país, es el rey quien debería, al menos en teoría, estar por encima de todo. Nunca es así. La reina ha conseguido posicionarse como la mejor embajadora y también el mejor as bajo la manga de Zarzuela. La monarquía se sostiene, en gran parte, de su enorme labor. De ahí que en todos aquellos eventos a los que asiste acabe siendo ella la auténtica protagonista -con permiso, claro está, de sus hijas Leonor y Sofía-. Hasta ahora.
El aire nuevo que envuelve la Casa Real empieza a notarse. Los Reyes Felipe y Letizia han modernizado su imagen. Han evolucionado a un ritmo algo más lento que la sociedad pero, sí, lo han hecho. Investigamos los 3 factores que han hecho que incluso una figura tan encorsetada como la del Rey Felipe haya conseguido colarse entre los más buscados del momento.
Más ciudadano, menos rey: las primeras pruebas del cambio de Felipe
El rey Felipe no es el personaje más hablador. Una reacción lógica cuando su padre, el rey Juan Carlos, ha alardeado de su civismo durante todo su reinado. Educado con mano firme y bajo la férrea disciplina de la reina Sofía, el actual rey siempre ha sido muy consciente de su cargo. Ha sido criado para ser rey y así se desprende de todos sus gestos. Así, de hecho, la reina emérita lo planeó al detalle, habiendo pasado por lo mismo que su hijo. No había lugar para perder la compostura.
Ha sido ahora cuando el monarca ha decidido abrirse al mundo. Sentado en el trono y con las redes familiares más controladas, el rey Felipe se muestra más espontáneo. Durante su visita de estado a Holanda pudimos ver a un rey mucho más cercano. No ha tenido problemas para tirar canastas con el rey Guillermo de Holanda y divertirse con un grupo de estudiantes. También el sufrimiento de la reina Letizia con la dolencia en sus pies despertó su versión más cómplice.
El rey tenía su brazo alrededor de la cintura de la reina después de que ella tuvo que sentarse para la recepción real en la cena de gala. Letizia preocupó a todos por su estado y trató de salir del apuro. Su amado esposo dejó en claro el esfuerzo que había tenido que hacer frente a las cámaras. Puede parecer que, por unos instantes, Felipe incluso se olvidó de que era rey.
Más padre que rey: el papel de Felipe en la mayoría de edad de Leonor
La mayoría de edad de la Princesa de Asturias también ha supuesto que se haya tenido que redefinir el papel del rey Felipe. Hasta ahora, el rey asumía los principales compromisos institucionales, incluso los que afectaban, por título, a su hija mayor. Esto no es así. La princesa ya es adulta y poco a poco va ganando terreno. Ha comenzado el entrenamiento militar al que también tuvo que someterse su padre. Algo que produce un enorme orgullo en el rey Felipe.
Desde que Leonor entró en la Academia de Zaragoza hemos podido ver a la princesa tanto realizando maniobras como vistiendo uniforme en actos institucionales. Junto a ella, sus padres. El gesto de preocupación de la reina y la enorme satisfacción del rey Felipe. El monarca ha ido incluso a visitar a su hija sin previo aviso para compartir momentos con los jóvenes soldados. Se nota que Felipe está feliz por lo que está viviendo la princesa. Recuerdos de lo que él también vivió en su juventud.
Cuando la princesa Leonor termine su formación militar, llegará el momento de trazar la estrategia de la Princesa de Asturias. Es uno de los grandes retos de la Zarzuela. Su primera agenda, sus primeras acciones y también sus primeros cambios a nivel personal. Aquí es donde los Reyes Felipe y Letizia volverán a jugar un papel clave. ¿Cómo proteger la privacidad de su hija mientras ésta actúa como heredera de la corona?
El fin de una etapa convulsa para Felipe y Letizia
Sin embargo, llama la atención que esta aparente felicidad del rey Felipe coincida con el final de una etapa especialmente convulsa para el matrimonio real. Las declaraciones de Jaime del Burgo, excuñado de la reina Letizia, causaron un auténtico revuelo a todos los niveles. No sólo la opinión pública se había hecho eco de ello, sino que también los medios internacionales se preguntaban sobre la veracidad de las dolorosas declaraciones de Del Burgo.
Casa Real guardó silencio y dejó pasar el momento. Los caprichos del ex cuñado de la reina y la falta de pruebas tangibles hicieron que el fuego se calmara pronto. Sin embargo, la tensión quedó patente en las comparecencias de los reyes en los días siguientes. No fue hasta el cumpleaños de la Infanta Elena, al que asistieron Felipe y Letizia casi por sorpresa, cuando pudimos comprobar cierta tranquilidad.
Desde entonces, las aguas han vuelto a la normalidad y han cesado los rumores sobre la salud sentimental de los reyes. La felicidad se nota. Felipe y Letizia vuelven a sonreír y el rey Juan Carlos tampoco se lo pone fácil.
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