El fenómeno de las caras hinchadas: Tallulah Willis y el arrepentimiento de los rellenos faciales | Belleza

El fenómeno de las caras hinchadas: Tallulah Willis y el arrepentimiento de los rellenos faciales | Belleza
El fenómeno de las caras hinchadas: Tallulah Willis y el arrepentimiento de los rellenos faciales | Belleza

El pasado 22 de marzo, Tallulah Willis, la menor de las tres hijas de Bruce Willis y Demi Moore, publicó en su perfil un carrusel de fotos con el rostro desnudo para hablar de su experiencia con los rellenos cosméticos. “¡Hola! Tenía miedo de mencionarlo, pero recientemente me disolvieron los rellenos (después de estar emocional y psicológicamente envuelto en lo que pensé que me estaban dando), no había visto mi verdadera estructura ósea en 6 años. Todavía estoy aprendiendo a dejar de lado los ajustes y los pinchazos y aceptarme tal como soy, ¡lo cual es difícil cuando tu cerebro te dice que sí! “¡Más es mejor!” ella terminó. Entre sus comentarios, lo colmó de elogios como “No vuelvas a ocultar tu verdadero rostro” o “¡Ya estás mucho mejor!”.

Tallulah Willis siempre ha dado un paso al frente para hablar sobre problemas de salud mental. El año pasado, en un reportaje para la revista Moda, Willis confesó que sus desacuerdos físicos comenzaron a los 11 años, cuando una web de publicó una foto suya con su madre, Demi Moore, y se detuvo a leer todos los comentarios. Entre las frases que se le quedaron grabadas a la modelo destaca la siguiente: “Vaya, se ve deformada. Mira su mandíbula masculina: es como una versión fea de su padre. Su madre debe estar muy decepcionada”. A partir de ahí, su percepción de sí misma cambió y, tras pasar por periodos de trastornos alimentarios, recurrió a la medicina estética para lucir bella. Ahora, con sólo 30 años, se deshace de los rellenos y da un paso adelante para lucir su rostro sin retoques.

Willis no es el único que ha revertido los efectos de los tratamientos estéticos. Amy Schumer, Courteney Cox, Kristin Davis y Khloé Kardashian disolvieron hace tiempo los rellenos de su rostro tras confesar que no reconocían su rostro frente al espejo. Una tendencia creciente si tenemos en cuenta que los vídeos de TikTok etiquetados como #dissolvingfiller acumulan 28,8 millones de visualizaciones frente a las 73,3 millones de visualizaciones de los etiquetados como #lipdissolving.

El fenómeno de las caras demasiado hinchadas.

La búsqueda de una belleza respetuosa revaloriza rasgos antinaturales como el exceso de pómulos o labios. Cada vez más médicos estéticos son conscientes del daño que esos rostros de aspecto alienígena hacen a su profesión. El fenómeno tiene un nombre: síndrome de sobrellenado facial (FOS) y se produce cuando los volúmenes del rostro, especialmente los del tercio medio, son desproporcionados debido a infiltraciones excesivas que no respetan el tiempo o no se han colocado en el lugar correcto. A menudo es parte de la adicción del paciente a los rellenos; Pero no podemos pasar por alto que muchos expertos en medicina estética también tienen el rostro demasiado lleno.

La desproporción de volumen en pómulos, mejillas y mandíbula es producto de varios factores. “Por un lado, estamos ante un paciente que quiere evitar la flacidez a toda costa y cada vez pide más. De ahí la importancia de buscar un profesional que sepa aplicar bien el producto y se atreva a decir no cuando hay que parar. No se trata de hurgar y hurgar. Corregir la flacidez sólo con inyecciones pone en riesgo la naturalidad. Por eso es importante incorporar tratamientos con tecnologías capaces de tensar la piel; Aunque el resultado no es tan rápido, el exceso de rellenos. Sobre todo, en zonas de riesgo como el ángulo mandibular donde se suelen colocar tantas jeringas que a largo plazo provocan más flacidez y flacidez por el peso que ejercen. Además, ahora sabemos que la duración del ácido hialurónico es mayor de lo que dicen los laboratorios y que al cabo de unos años aún persisten pequeñas cantidades en los tejidos”, explica la doctora Beatriz Beltrán, fundadora de la clínica que lleva su nombre y la única Miembro español. de la ISAC (Sociedad Internacional de Complicaciones Estéticas).

El último informe de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) presentado el pasado mes de febrero indica que el 45% de los españoles afirma haberse sometido a un tratamiento estético. Entre los más demandados se encuentran los neuromoduladores (39%) y los inyectables (38%) como los rellenos con ácido hialurónico, la mesoterapia o el PRP (plasma rico en plaquetas). El doctor Beltrán advierte “el ácido hialurónico es uno de los rellenos más utilizados, y existen muchos tipos. Algunas aportan más volumen que otras y las hay que solo hidratan y no llenan; Depende de la reticulación del ácido, de su cohesividad y de la tecnología en la que se basa. Es importante aclarar que el ácido hialurónico es la única sustancia que se puede disolver. Ni los estimuladores de colágeno (como la hidroxiapatita cálcica, la policaprolactona o el ácido poliláctico) ni las inyecciones de grasa autóloga pueden disolverse. No existe antídoto para ellos, por lo que es necesario ponerse en manos de médicos con mucha experiencia para evitar problemas. Las vitaminas, el PRP y la toxina botulínica no engordan. Los neuromoduladores sólo estiran, pero pueden dar sensación de llenado porque modifican la movilidad y la fuerza de algunos músculos. El correcto uso de la toxina depende de la mano del experto, y se puede realizar de una forma muy natural manteniendo la movilidad sin cambiar la expresión. Aunque todos los médicos ponen toxina, no todos saben hacerlo de forma natural”.

Claves para evitar el rostro hinchado Las inyecciones de ácido hialurónico para suavizar las arrugas, aportar volumen y conseguir una piel más tersa son uno de los tratamientos estrella en las consultas médicas y el resultado, con una buena práctica, es natural y favorecedor. Sin embargo, el aumento de la demanda y las ganas de detener el reloj han aumentado las complicaciones resultantes. Como explica la Dra. Conchita Pinilla, especialista en cirugía plástica, “el relleno aporta la estructura necesaria para que envejezca más lentamente (con la edad se reabsorbe), por lo que tiene que ser natural. Si hay sobrellenado de ácido hialurónico es porque el paciente desarrolla adicción a la técnica o el protocolo no es el adecuado. Hay que aclarar que la grasa autóloga requiere sobrellenado, porque sólo se absorbe el 70%, pero la hinchazón es pasajera”.

También debemos tener en cuenta la diferencia entre los empastes de antes y de ahora. “Antes se utilizaban demasiados viales, entre 8 y 15 por sesión, y acababan pesando en la zona del tercio medio. La tendencia actual aboga por la naturalidad y menos es más. Además, existe cierta genética que predispone al aumento de volumen al realizar una infiltración. Y también hay pacientes cuyas infiltraciones no se reabsorben del todo, de ahí la importancia del diagnóstico personalizado”, comenta la Dra. Mar Lázaro, especialista en medicina estética.

El uso excesivo de filtros en las redes sociales crea la falsa imagen de una piel plástica sin rastro de poros o distorsiona los rasgos para parecer más delgada. Esto hace que muchas personas recurran a la medicina estética con exigencias inalcanzables. “Los profesionales tenemos la gran responsabilidad de educar al paciente, asesorarlo y decirle no a las solicitudes de tratamientos desproporcionados. Si un paciente nos muestra una foto con un filtro, sabemos que existe riesgo de dismorfia: no sólo busca eliminar un defecto que no existe, sino que también quiere traer a la realidad una imagen irreal, imposible de conseguir. fuera del mundo digital, aunque en su cabeza. es alcanzable”, explica la Dra. Mar Mira de la Clínica Mira+Cueto. De ahí la importancia de elegir un buen médico con experiencia en estética. “Hay mucha intrusión y eso aumenta las complicaciones. Veo muchas cuentas basadas en fotos de antes y después con el objetivo de ganar más seguidores. Y la inmediatez no es buena, hay que pensar siempre en los efectos a largo plazo. Para elegir un buen profesional hay que

Fíjate en tu experiencia, porque las horas trabajadas son las que te hacen un experto. También aconsejo mirar el currículum, las valoraciones y la importancia de tener un concepto similar de belleza. Por ejemplo, si buscas resultados naturales y en la clínica ves labios gruesos o rasgos muy exagerados, todo indica que no estás en el lugar correcto”, concluye la doctora Beatriz Beltrán.

Técnicas para deshacerse del exceso de rellenos

El lanzamiento de rellenos temporales y reversibles de ácido hialurónico fue un éxito hace más de 25 años. En un principio se utilizaban para rellenar zonas como los labios o los surcos nasolabiales. Pero con el tiempo su uso se ha extendido a las mejillas, las sienes, la frente, el mentón o la mandíbula. ¿Podemos revertir el efecto cuando el resultado no es el deseado? “Sí, cuando hay exceso de rellenos aplicamos hialuronidasa, una enzima natural que degrada el ácido hialurónico. La hialuronidasa se aplica mediante un mapeo facial en el que no todas las zonas se tratan por igual, ya que depende de sus características anatómicas. Se aplican diferentes variables y cantidades de dilución en las zonas de conflicto para recuperar la naturalidad del rostro. Tras el tratamiento, el hialurónico suele disolverse entre 1 y 3 días, que es cuando se estabiliza con un efecto definitivo”, explica la doctora Mar Mira, de la Clínica Mira + Cueto. Después de inyectarlo “puede molestar un poco y provocar hematomas. La pericia del médico es importante porque debe calcular la dosis exacta y saber inyectarla para que afecte sólo al relleno y no al ácido hialurónico en sí. Revisamos al cabo de una semana y, si es necesario, volvemos a inyectar. Hay que evaluar cada caso porque a veces hay flacidez que se puede trabajar con ecografía o radiofrecuencia”, aconseja Beatriz Beltrán.

El ácido hialurónico también se puede eliminar con láser. “Utilizamos una fibra de 200/400 nanómetros, tan fina como un hilo, que introducimos con una guía de ultrasonido para licuar el material de relleno. Los resultados son buenos. Sin duda los rellenos más resistentes son los antiguos de silicona o polímero porque es necesario recurrir a la cirugía para retirarlos. “Si están dispersos es muy difícil sacarlos”, explica a Moda Dr. Daniel Zarza del Instituto Benito. La doctora Mar Mira coincide “aunque quedan pocos casos, al ser la silicona un relleno que no se utiliza en las consultas en España desde los años noventa, tenemos casos de determinados países donde todavía se utiliza. El cuerpo no integra siliconas ni sustancias que no sean biocompatibles y se comporten como un cuerpo extraño; La reacción del cuerpo es generar su propio tejido a su alrededor hasta aumentar su volumen. Son rellenos difíciles de tratar porque son tejido fibrótico. A veces podemos dar mayor simetría en determinados casos, buscando una compensación, pero no siempre es posible”.

 
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