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CUALQUIERA
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Descripción enviada por el equipo del proyecto. Al llegar al sitio fue sorprendente encontrarnos con la presencia de tres majestuosos árboles ubicados en el lugar central. En ese momento imaginé que la casa debía albergar aquellas monumentales coníferas. Estos serían los encargados de estructurar la arquitectura y darle el factor “tiempo”, a través de las arrugas de su corteza, sus transformaciones a través de las estaciones, su movimiento con el viento.
La casa respeta el terreno donde se asienta mediante pilotes que apenas lo perforan y permiten que las enormes raíces existentes corran por debajo.
El espacio se concibe como una plataforma de sombra, donde luego se inicia un proceso de vaciado y la luz aparece en el interior a través de tres patios.
Desde el exterior observamos una serie de velos de piezas oxidadas que rodean el cuerpo de la arquitectura. Los espacios aparecen sugeridos a través de opacidades y transparencias. Proporcionan privacidad y permiten desarrollar una vida familiar plena.
El espacio fue concebido como una retícula de columnas moduladas y continuas. Este sistema surge de la exploración de la conectividad entre los espacios domésticos y el entorno natural. Interior y exterior se fusionan a través de tres patios que se encargan de dar forma y dar intimidad a los diferentes ambientes.
El primer patio se descubre a través de la ceremonia de acceso al espacio íntimo. Un fuelle natural nos anima a dejar atrás el ruido de la ciudad y nos prepara para adentrarnos en el mundo privado en busca de la autoconstrucción.
Los otros dos patios median entre la parte pública y la privada, albergando en su interior los árboles existentes. La luz, la vegetación, el entorno penetran a través del diafragma exterior hasta el interior de lo doméstico. La lluvia, el sol, los pájaros, las hojas que caen participan en el día a día del vivir.
Los tabiques que separan las estancias son ligeros, lo que permite al sistema desmontarlos y montarlos con gran facilidad, permitiendo una gran adaptabilidad de uso y flexibilidad en los espacios a redefinir en el tiempo.
La pérgola actúa como pliegue entre la casa y el jardín, generando un lugar fresco para reuniones familiares en los días de verano.
Encima de la sala de estar hay una caja acristalada de doble altura, donde se encuentra el estudio de pintura. Desde este sitio se puede observar la extensión vertical de los árboles con su culminación en la frondosidad de la copa.
Se desarrolla una terraza sobre toda la casa para el disfrute de sus habitantes en diálogo con los árboles. Este tendrá un uso activo dentro del funcionamiento de la vivienda. Se encargará de recuperar el agua de lluvia para el riego y a través de una capa de sustrato y vegetación actuará como aislamiento térmico para conseguir un mayor confort.
En este lugar descubrimos una terraza inesperada, íntima, que recupera el terreno donde reposa. Negociamos senderos bordeados por pastizales de pampa para llegar a claros de vegetación nativa que atraen mariposas y colibríes. Desde aquí se pueden contemplar atardeceres y noches de luna llena.