La Casa de los 7 Patios / Spinetta Arquitectura – .

+ 15

“La Casa de los 7 Patios” está ubicada en un amplio terreno, frente a la pista del aeropuerto de Rosario y las vías del ferrocarril. Ambas preexistencias presentan una fuerte horizontalidad como elementos del entorno y se decidió potenciarlas en el proyecto a través de visuales, y también como punto de partida para la implementación de la casa de forma extendida a lo largo de todo el ancho del lote.

En el proyecto se intercalan espacios cubiertos con un total de 7 patios con vegetación. Los ambientes más privados se albergan en volúmenes opacos revestidos de ladrillo rojo y entre ellos, los espacios de encuentro social con grandes superficies acristaladas que dan a las galerías. De esta manera, se habilita la posibilidad de tener dos miradas: una visión vasta y amplia del paisaje, y otra mirada introspectiva que los patios permiten como resguardo de la privacidad.

Los 7 patios permiten la entrada de sol y ventilación a todos los ambientes a través del diseño de aleros y orientación de aberturas. El uso de mallas metálicas en la parte superior soluciona el problema de la seguridad sin interrumpir la visión a la altura de los ojos. Cada uno de los patios tiene una identidad propia que le confiere el diseño de la vegetación nativa a base de pastizales pampeanos y enredaderas que trepan y cuelgan. Son especies recolectadas del ecosistema circundante, generando continuidad de corredores biológicos hacia el interior de los jardines domésticos, brindando refugio y alimento a insectos, invertebrados, aves y pequeños animales.

Las estrategias bioclimáticas adoptadas responden a la necesidad de promover ciertas prácticas sustentables como: ventilación cruzada, aleros protectores, dobles paredes, vidrios DVH, recolección de agua de lluvia, tanque de agua caliente solar, separación de residuos para reciclaje y compostaje en el terreno. .

Las generosas dimensiones de las estancias, los vanos a diferentes alturas que permiten la entrada de luz desde distintos ángulos, las vigas y losas que bajan y suben, sumado a las texturas del ladrillo y el hormigón visto, confieren a los interiores dinamismo y riqueza espacial. La transición entre interior y exterior tiene un espesor sensorial al estar mediada por patios con vegetación, aleros, galerías, persianas y cortinas móviles, que a modo de filtros permiten experiencias espaciales únicas donde los sentidos y las emociones están en juego.

Una sucesión de microcosmos que permiten habitar la casa deteniendo el paso, a través de experiencias sensoriales de aprehensión del entorno. El movimiento se enriquece a través de los sonidos y olores, las texturas y temperatura de los materiales, el viento en las plantas, la luz que entra filtrada por la vegetación o contundente por las aberturas, los colibríes y mariposas que sorprenden, los colores que acompañan las estaciones del año. A lo largo del año, todo se ensambla en los diferentes escenarios que consolidan el universo interno de la casa y sus habitantes.

La arquitectura se presenta como un dispositivo a través del cual se pueden regular los intercambios entre el clima, la naturaleza y las personas, invitándonos a participar en la construcción diaria de un escenario doméstico comprometido con el entorno que habita.