El resultado del vínculo entre el estética japonesa y el Comodidad funcional escandinava orientado hacia finales del siglo XIX, deja como consecuencia una corriente en la que emergen tradición y grandes referentes del diseño y el arte de ambas culturas.
Japón y Dinamarca, un movimiento que late en la paz y la utilidad de los ambientes, combinando la calidez escandinava y el minimalismo japonés.
Bases naturales
El Japandi busca entonces crear Interiores armoniosos y acogedores en conexión con la naturaleza. Por lo tanto, se basa en una paleta de tonos cálidos y neutros que transmiten serenidad, como el gris claro, el beige, el marrón y la amplia gama de blancos. También se añaden colores como el negro, rosa, azul y verde, pero en pequeñas dosis y -preferiblemente- en sus versiones más tenues.
¿Cómo implementarlo?
El objetivo del estilo Japandi es que puedas darle a tu hogar un aire relajado y tranquilo. No hay plantillas a seguir, pero sí algunos primeros pasos a seguir.
1. Orden. Deshacernos de lo que no utilizamos o desordenamos nuestros ambientes. Además de aplicar la regla 80/20: Mantenga el 80% de las cosas “detrás de las puertas” y deje el 20% a la vista.
2. Añade contraste. Los aliados número uno son los diferentes. texturas y formas orgánicas . Lo más importante es darle a los ambientes un tacto despojado, que permita una buena circulación, pero sin que resulten espacios vacíos o fríos.
3. Modo natural. Las plantas son imprescindibles, pero también la luz y los materiales naturales de los que hablábamos más arriba.
4. Elige objetos que destaquen, pocos, pero poderosos. Pueden ser piezas vintage, recuperadas o hechas a mano, sin miedo a la imperfección y alejándose lo más posible de la producción en masa. También pueden ser Muebles con colores que rompen la paleta tranquila.
¡Ha llegado el momento de rearmarse!