Los delirios arquitectónicos de Mohammed bin Salman revolucionan Arabia Saudita – .

Los delirios arquitectónicos de Mohammed bin Salman revolucionan Arabia Saudita – .
Los delirios arquitectónicos de Mohammed bin Salman revolucionan Arabia Saudita – .

El dinero puede hacerlo todo. El hombre parece guiarse por ese mantra. Príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. Con ese argumento, su régimen quiere hacer florecer el desierto, deshaciéndose de su aridez para construir un futuro que roce la utopía. Ciudades futuristas e imposibles, la montaña rusa más larga, más alta y más rápida del mundo, una edificio de dos kilómetros de altura, una piscina elevada de 450 metros de largo. Un etcétera faraónico regido por el deseo de más. MBS, acrónimo del gobernador de facto del reino saudí, es entregado al gobierno Delirios arquitectónicos y urbanísticos en su afrenta de hacer de la arena y el cemento sauditas una centro turístico mundial.

Todos estos cambios son parte del Visión 2030. El plan de desarrollo económico impulsado por bin Salmán tiene como objetivo liberar al reino de su dependencia económica de los petrodólares y diversificar su economía impulsando sectores como salud, educación, infraestructura, recreación y turismo. Pero MBS no quiere atraer cualquier tipo de turismo. El líder saudita persigue el megalujo y, por ello, ha convocado a arquitectos de las firmas más reconocidas a nivel mundial para diseñar proyectos que desafían las leyes de la lógica y desbordan la opulencia. De 14 megaproyectos extremadamente ambiciososEl régimen saudita ya ha comenzado a remodelar el paisaje urbano del reino, convirtiéndose en un centro de diseño y desarrollo arquitectónico global.

Muchos de estos gigantescos proyectos están financiados por el Fondo de Inversión Pública, el fondo soberano de Arabia Saudita. Otros, como la organización sin fines de lucro Mohamed bin Salman City, están financiados por el propio príncipe heredero. Se extienden por los más de dos millones de kilómetros cuadrados de territorio saudí.

Los edificios son escala faraónica. La megaciudad lineal La línea tendrá 170 kilómetros de largo, con edificios de 500 metros de altura en un espacio de apenas 200 metros de ancho, rodeado de espejos en medio del desierto. Arabia Saudita también quiere tener el edificio más alto del mundo con el anuncio de un rascacielos imposible de dos kilómetros de altura. En el árido golfo de Aqaba pretenden construir el Monolito Gidori con 190 apartamentos colgados y un gran campo de golf.

Megaproyecto NEOM

Otra iniciativa saudí es oxágonouna ciudad portuaria flotante para los barcos que pasan por el Canal de Suez, lista para ser “la estructura flotante más grande del mundo”. Su central eléctrica de 8.400 millones de dólares producirá hidrógeno verde para venderlo al mundo. En las montañas de aquella zona se levantará trojenaFuturo anfitrión de los Juegos Asiáticos de Invierno en 2029 y destino turístico de lujo para los amantes del esquí.

Otro suntuoso lugar de vacaciones en el desierto será Treyamdos edificios conectados por un puente elevado a 36 metros sobre el nivel del mar sobre el que piscina de 450 metros de largo. Todas estas enormes infraestructuras nacieron bajo el paraguas del megaproyecto Neom, que las construirá sobre 26.500 kilómetros cuadrados de tierra en la provincia saudita de Tabuk, al norte del Mar Rojo, al este de Egipto y al sur de Jordania a través del Golfo de Aqaba.

“NEOM es el tierra futura“, con la ambición de redefinir la habitabilidad, los negocios y la conservación en su centro”, dicen en su sitio web. Ya hay más de 3.600 empleados de 97 países diferentes personas que viven y trabajan en la zona. “Estas diferentes regiones y sectores serán impulsados ​​por 500 mil millones de dólares del Fondo de Inversión Pública del Reino de Arabia Saudita e inversores locales e internacionales”, explican. Quieren convertirse en mayor centro de innovación, tecnología y turismo del mundo. Sus promotores esperan que este centro cree 380.000 nuevos puestos de trabajo y estimule la diversificación económica del país.

Sin viabilidad económica ni humanitaria

Pero, como toda iniciativa impulsada por el líder saudí, Neom y sus megaproyectos arquitectónicos no están exentos de polémica. Vivir en una ciudad lineal, por ejemplo, puede ser “un desastre” para sus habitantes, según un estudio reciente del Complexity Science Hub. Bajo la obsesión de “revolucionar nuestra civilización”, MBS podría estar poniendo en riesgo la economía de su propio país. En febrero, los medios estadounidenses Wall Street Journal denunció que los “megaproyectos en el desierto ellos minan el efectivo de Arabia Saudita” en tres cuartas partes, el nivel más bajo desde diciembre de 2020. “Para llenar las tropas, ha recurrido al endeudamiento y planea otra venta de acciones en [su petrolera estatal] “Saudi Aramco”, explica. A medida que aumentan los costos de estas construcciones, la dudas sobre su efectividadsegún los expertos.

Además, ya han saltado las primeras alarmas por la violaciónes de derechos humanos Lo que proyectos como este pueden causar en un estado autoritario como Arabia Saudita. La Línea ha sido criticada por motivos de sostenibilidad y habitabilidad, así como por su historial de derechos humanos. El año pasado, la organización de derechos humanos ALQST informó que tres personas que fueron desalojadas del sitio de Neom habían sido condenado a muerte. A principios de este año, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas expresó “alarma” por las inminentes ejecuciones que, según las autoridades sauditas, están justificadas por acusaciones de terrorismo. Al mismo tiempo, los expertos de la ONU también criticaron la desalojos forzosos en el sitio Neom de más de 6.000 personas para dar paso al proyecto, que se construirá en terrenos tradicionalmente propiedad de la tribu Huwaitat.

 
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