
“Ser fotógrafo, un regalo de vida” es el nuevo libro de la veterana fotógrafa puertolleña Cristina García Rodero, 74 años. En él, ella captura 50 años de carrera en 155 fotografías.
“Ser fotógrafo, un regalo de la vida”, de Cristina García RoderoEdiciones JdJ
García Rodero reflexiona sobre la llegada de los teléfonos móviles y su impacto en la profesión de la fotografía. Considera que ha empeorado su trabajo.
Cristina García Rodero:“Es cierto que los móviles han enseñado a ver, a mirar y a contar, pero llega un momento en que se abusa de ellos”
“Es cierto que los móviles han enseñado a ver, a mirar y a contar, pero llega un momento en que se abusa de ellos“La gente no sabe ir por la vida sin celular, lo usan para todo, desde donde vas a comer hasta donde te bañas… hay muchísimos y a veces la oportunidad de vivir es perdido”, explica.
García Rodero reconoce que esto en ocasiones dificulta el trabajo de los profesionales. “Realmente, para los fotógrafos que quieren hacer libros o publicar en un periódico, informar, es muy molesto, porque hay manadas. No son una ni dos, sino muchas, y muchas veces se hace porque quieres tener esas imágenes sin darle uso”, lamenta.
Defensora de la fotografía como “democratizadora de la imagen, porque antes sólo podían acceder a ella quienes tenían dinero para pagar retratos o miniaturas”, la artista no se ve trabajando con la Inteligencia Artificial, que ya ha llegado a su campo.
Cristina García Rodero:“Creo que pueden ser muy beneficiosos o pueden ser muy dañinos, todo depende de quién esté detrás de esa inteligencia (artificial) y qué se quiera hacer con ella, porque nos puede destruir”
En cualquier caso, no se opone a su uso. “Dependerá de cómo se utilicen las cosas. Creo que pueden ser muy beneficiosos o pueden ser muy perjudiciales, Todo depende de quién esté detrás de esa inteligencia y qué quieran hacer con ella, porque nos puede destruir.“, alerta.
En ‘Ser fotógrafo, un regalo de vida’, el Premio Nacional de Fotografía prueba por primera vez contigoUna nueva experiencia: deja por escrito tus comentarios sobre tus propias imágenes. “Creo que las palabras no deben contarlo todo sobre las imágenes, darte tanta información y que baste una mirada para sacar de ellas muchas deducciones”, reconoce.
Goya o Velázquez, entre sus maestros
Por ejemplo, en el libro García Rodero relata sus inicios y también habla de su obra que le dio “conocimiento”, ‘La España escondida’.
También reconoce en este libro la influencia que ha tenido en su obra la pintura y las visitas al Museo del Prado para contemplar las obras de sus “admirados” Goya, Velázquez o El Greco. “Me siento en deuda con todo aquel que hace bien su trabajo, por humilde que sea”, admite García Rodero.
Cristina García Rodero:“Me siento en deuda con todo el que hace bien su trabajo, por humilde que sea”
Estudiante de Bellas Artes y alumno de Antonio López —“fue el primero que me enseñó a poner colores en la paleta, porque nunca había cogido un pincel”—, el artista manchego asegura seguir sintiéndose un “pintor .” “Sigo yendo a exposiciones y siempre digo ‘algún día pintarás, Cristina, algún día’. Pero creo que al paso que voy no lo haré más, porque no pararé”, bromea.
reportero de guerra
En el nuevo libro también hay espacio para su trabajo de guerrauna faceta menos conocida del autor.
Cristina García Rodero:“Nunca he querido estar en una guerra, lo tuve muy claro y siempre dije que lo que quiero es ver a la gente vivir con alegría”
“Nunca he querido estar en una guerra, lo tuve muy claro y siempre dije que lo que quiero es ver a la gente vivir con alegría”, afirmó. En ‘Ser fotógrafa, un regalo de vida’ muestra imágenes de ella misma en Georgia y Kosovo, dos zonas de conflicto en aquel momento.
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