El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y su homólogo israelí, Yoav Gallant, hablaron por teléfono el domingo sobre las conversaciones entre Israel y Hamas sobre un acuerdo de rehenes que conduciría a un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Austin y Gallant intercambiaron puntos de vista sobre los esfuerzos de asistencia humanitaria y la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, dijo en un comunicado el secretario de prensa del Pentágono, mayor general Pat Ryder.
“El Secretario reafirmó su compromiso con el regreso incondicional de todos los rehenes y destacó la necesidad de que cualquier posible operación militar israelí en Rafah incluya un plan creíble para evacuar a los civiles palestinos y mantener el flujo de ayuda humanitaria”, dijo Ryder.
A pesar de la creciente oposición internacional, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido invadir Rafah, hogar de más de 1,4 millones de palestinos desplazados, para derrotar a los que él llama los “batallones restantes de Hamás”.
Rafah es la última zona que queda en la Franja de Gaza donde Israel aún no ha anunciado formalmente la entrada de sus tropas para continuar el ataque contra los palestinos.
La madrugada del domingo, Netanyahu rechazó los llamados a poner fin a la ofensiva en Gaza a cambio de un acuerdo de intercambio de rehenes con Hamás, afirmando que poner fin a la guerra ahora mantendría al grupo palestino en el poder.
Israel ha atacado la Franja de Gaza en represalia por un ataque transfronterizo el 7 de octubre del año pasado por parte del grupo palestino Hamas, que mató a unas 1.200 personas. Desde entonces, casi 34.700 palestinos han muerto en Gaza, la gran mayoría de los cuales eran mujeres y niños, y otros 78.000 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias palestinas.
Casi siete meses después de la guerra israelí, vastas zonas de Gaza yacían en ruinas, lo que empujó al 85% de la población del enclave al desplazamiento interno en medio de un bloqueo paralizante de alimentos, agua potable y medicinas, según la ONU.
Israel está acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia. Un fallo provisional de enero dijo que es “plausible” que Israel esté cometiendo genocidio en Gaza y ordenó a Tel Aviv detener tales actos y tomar medidas para garantizar que se proporcione asistencia humanitaria a los civiles allí.
