«No fui a Valencia…» cualquiera “Las oscuras golondrinas volverán…” Son sólo dos versos de algunos de los poemas más conocidos de Vicent Andrés Estellés y Gustavo Adolfo Bécquer. Cualquier amante de la poesía –y de la literatura en general– podría recitar estos textos de memoria. Y, aunque parezca curioso, una persona centenaria también podría hacerlo. Definitivamente, Este género literario no entiende de edades. Como decía Federico García Lorca, “La poesía no quiere seguidores, quiere amantes”. Y, por suerte, tiene muchas amantes. Así ha quedado demostrado en algunas residencias valencianas, donde sus usuarios han podido disfrutar de la poesía gracias a la Talleres “Versos de arte mayor”», impulsado por el Plataforma Poética Valenciana 2.0que recoge más de 400 poemas interpretados por diferentes actores y actrices.
Desde el pasado mes de enero -y hasta el próximo mayo-, los integrantes de este proyecto Han visitado varios centros de mayores del territorio valenciano para reivindicar la importancia de la poesía y promocionarla a través de diversos talleres y actividades. «La poesía puede ser muy evocadora y divertida para las personas mayoresquienes se reencuentran con él, disfrutan de sus beneficios y, además, reavivan sus recuerdos y su imaginación”, explica el cofundadora y directora de Poética 2.0, Mar Gómiz. En este sentido, Gómiz recuerda uno de los casos “más llamativos”. Una de las mujeres participantes conoció todos los poemas de Antonio Machado gracias a su marido, lo que, según sus palabras, “fue una manera de recordar a su marido y todo lo que habían vivido”.
Un usuario con un poema.
En el transcurso de una hora (la duración del taller),Los participantes escuchan algunos de los poemas grabados y reescriben sus versos para trabajar la creatividad y la memoria.. En concreto, cada día, el taller, que se ha celebrado en 14 residencias diferentes de la Comunidad Valenciana, se centra en una temática como el amor, los grandes clásicos o la poesía de autores valencianos como Estellés. En algunas de las sesiones también participan las actrices Ana Conca, María José Peris o María Albiñana. “Es muy emocionante porque el recital se reproduce en pantalla y luego es la propia actriz quien continúa leyendo el poema personalmente”, afirma Gómiz, quien reconoce que “el objetivo es “jugar con la poesía para fomentar la lectura”. Estas experiencias conmueven a muchos de los presentes, que hace tiempo que no asisten a un recital de poesía o que ni siquiera han podido disfrutar de uno de ellos.
El interés que genera en algunos centros es tal que los organizadores deben prolongar la actividad unos minutos más. “Solemos traer más poemas porque siempre se quedan con ganas de más”, afirma.
Poemas que marcan
Durante los talleres, las personas mayores recuerdan algunos de los poemas recitados y los relacionan con sus vivencias. “Nos pusimos a recitar la ‘Canción del Pirata’, de José Espronceda, o ‘Las Golondrinas’, de Bécquer, y hay gente que se conoce los poemas a la perfección”, muestra sorprendido Gómiz. En este sentido, recuerda a una señora de 102 años de la residencia de Bétera que conoció ‘La sonatina’ de Rubén Darío de principio a fin.
La actividad se extiende más allá de la duración del taller, ya que, en ocasiones, los propios usuarios se escriben poemas entre sí o los leen a lo largo del día. “Genera vínculos y los mueve”, afirma el cofundador.
Aunque el taller finaliza en mayo, La organización pretende ampliarlo durante los próximos meses para llegar a otras residencias. «Lo hemos hecho de forma virtual en algunas residencias a las que no podíamos acudir. Ha tenido muy buena acogida y hemos visto que les ayuda, por lo que buscaremos otras fuentes de financiación para seguir con la actividad”, concluye Gómiz, quien destaca que “es una manera de devolverles todo lo que han hecho”. nos has dado”.
