Los escritores leoneses José María y Ana Merino inaugurarán el día 16 la Feria del Libro de León. Ambos presentarán dos títulos ‘juveniles’: Ana su novela Planeta Lasvi y el académico la reedición del Crónicas mestizas. El escritor desvela las claves de una apasionante historia interestelar llena de intriga y aventuras.
—¿De qué trata ‘Planeta Lasvi’?
—El libro habla de una niña que vive con sus abuelos en un pequeño planeta con un gran potencial ecológico. Se han quedado solos porque sus padres han emprendido una expedición para descifrar el significado del tiempo. La abuela le construye un robot para que no se sienta sola. Un barco llega a Lasvi con los últimos terrestres. Se da cuenta de que ella pertenece al grupo de los pioneros, mientras que esos otros niños son descendientes de quienes sufrieron el desastre en la Tierra. Es una novela llena de curiosidad sobre nuestro pasado y llena de esperanza sobre nuestro futuro.
—¿Es cierto que la novela surge de un personaje de su novela ‘El mapa de los afectos’?
—Sí, surge del personaje de Adam, que es un niño que juega solo lanzando cohetes en el patio de su casa cuando su padre va a buscarlo porque se acerca un tornado. Ese chico que inventa una trama en la que forma parte de una expedición por la galaxia me dio la idea de esta novela. Es ficción dentro de la ficción.
—No es sólo un libro de ciencia ficción, hay mucha intriga…
—Hay mucha intriga, porque queremos saber qué pasó con los padres y hacia dónde van los niños, cómo evolucionan en su vida aprendiendo y qué hay en esa última nave terrestre, que da pistas de lo que pasó. Es una novela muy interesante de leer y todos pueden disfrutarla. Me gusta la colección Las Tres Edades, de Siruela, por su versatilidad de lectores.
—¿Está más agradecido el público infantil?
—Los jóvenes, de 12 años en adelante, son más agradecidos. Es como El Principitoque es un libro que se disfruta a cualquier edad.
—¿Recuerdas qué libros te impactaron cuando eras niño?
—Muchos libros me marcaron, como La historia interminable, Momo, Heidi, Pippi Langstrump, Caperucita Roja en Manhattan, La isla del tesoro , Los libros de Celia… y también cómics (en Iowa enseñé Historia del cómic).
—¿Alguien que no lee de pequeño no lee de mayor?
—Tenemos una responsabilidad con la lectura. En la infancia y la adolescencia es clave para consolidar el cerebro, para que aprenda a pensar de forma lógica y reconocer las emociones. Si no se enseña a un niño a cepillarse los dientes seguramente tendrá problemas bucales cuando sea mayor. Bueno, lo mismo ocurre con la salud del cerebro, que requiere absolutamente de lectura. Las pantallas no te dan el mismo estímulo. Es fundamental darle salud a los niños a través de la lectura. Un niño que no lee puede retomarlo cuando sea mayor, pero en una sociedad donde hay escuelas, donde hay librerías y bibliotecas, leer es un derecho.
—Vas a inaugurar la Feria del Libro de León con tu padre, ¿qué tienes en mente?
-Yo presentaré Planeta Lasvi y mi padre Crónicas mestizas , sus tres novelas juveniles sobre la conquista de América. Hablaré desde el futuro interestelar de la ciencia ficción y el impacto que puede tener en la imaginación lectora.
—¿Es usted crítico con sus libros?
—He crecido teniendo el honor y privilegio de poder leer sus manuscritos y él también es uno de los primeros en leer lo que escribo. Siempre estaré agradecido a mi padre, que es un excelente escritor.
—¿Crees que vamos camino a un destino como el del ‘Planeta Lasvi’?
—Esperemos que no tengamos que abandonar el planeta. La literatura especulativa te ayuda a reflexionar sobre de dónde somos y hacia dónde vamos. Espero que las nuevas generaciones tengan la capacidad de cuidar el planeta y convertirlo en un lugar mejor. Hay un compromiso ecológico en esta novela.
—¿No te resulta difícil cambiar tu registro de la poesía a la literatura infantil?
—Siempre he tenido la capacidad de cambiar de registro, del realista Amigo, un ensayo sobre Joaquín Amigo, uno de los amigos de Lorca, hasta los libros infantiles; He hecho poesía, narrativa y teatro infantil. Recuerdo una lectura feliz de la infancia. Eso me permite empatizar con los nuevos lectores. El amor por los demás y el cuidado de la Tierra son temas que aparecen en todos mis trabajos. La redención está ambientada en un mundo distópico. Creo que ese compromiso con la literatura está en cualquiera de mis discos.
—¿Qué te parece que tu amigo Luis Mateo Díez sea el Premio Cervantes?
—Maravilloso, magnífico. Es una gran alegría. Es un universo en el que nos identificamos, ese León lleno de literatura, magia, oralidad y sueños, que necesita ser reconocido.
—¿Será tu padre el próximo Cervantes?
-¡Con un poco de suerte! Eso nunca se sabe. Para mí, mi padre es un magnífico escritor.
