“Aún se ve la alfombra”, bromearon en la radio el fin de semana pasado. Aludieron, claro está, a que si bien había público en los alrededores de la Feria del Libro, no se pudo ver la aglomeración que la visita otros años. Este sábado la foto se parecía más a la tradicional de este encuentro: pasillos llenos, colas, esfuerzos por acercarse a las gradas.
“Es el primer fin de semana después de que la gente cobrara, con una programación muy fuerte”, afirma Ezequiel Martínez, director del encuentro literario. “La verdad es que ver los pasillos llenos de gente, como siempre, a pesar de la crisis, es una alegría”.
Había colas que duraban horas para cumplir un viejo ritual: recibir la firma de un autor. En este caso fueron Mariana Enríquez, Victoria Reco y Shelby Mahurin.
Salas como la de presentación de El loco, la biografía de Javier Milei escrita por Juan Luis González, no daban abasto y había gente enojada que golpeaba las puertas.
Ahora, la Feria del Libro ha comenzado con todo.