Este sábado intelectuales, artistas y políticos de varios países difundieron una carta en la que piden la liberación inmediata del exvicepresidente.
La invasión a territorio mexicano tuvo como objetivo el secuestro de Glas, quien era perseguido judicial y políticamente desde hacía siete años y había obtenido asilo en esa sede diplomática, señala la misiva, que cuenta con el respaldo de más de 150 firmas.
Entre quienes respaldan este mensaje se encuentran los expresidentes Alberto Fernández, de Argentina; Ernesto Samper, de Colombia; Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador; José Luis Rodríguez Zapatero, de España.
A ellos se sumaron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el trovador cubano Silvio Rodríguez, el secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, entre otras personalidades de Ecuador, Estados Unidos , España, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Paraguay y Cuba.
“Exigimos el retorno inmediato a la situación previa al asalto a la embajada de México, restituyendo el estatus de asilo político a Jorge Glas”, reclaman en el texto, donde piden que se le otorgue al exfuncionario ecuatoriano el correspondiente salvoconducto para viajar. “sanos y salvos” a territorio mexicano.
El 5 de abril, miembros de la Policía Nacional irrumpieron en la embajada de México en Quito y se llevaron por la fuerza a Glas, una intervención condenada por la comunidad internacional y que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Ni siquiera las dictaduras militares se atrevieron a perpetrar una agresión de este tipo, que, en este caso, fue instruida por la máxima autoridad del Estado, señala el escrito, en el que agregan que Glas fue víctima de torturas, crueles, inhumanas y trato degradante. .
El 12 de abril, un tribunal de la Corte Nacional de Justicia determinó que su detención fue “ilegal y arbitraria”, pero aun así decidió que debía permanecer tras las rejas porque tiene pendiente una sentencia de ocho años.
Ante lo sucedido, México acusó a Ecuador ante la CIJ, organismo que la semana pasada escuchó consideraciones de ambas partes.
En su alegato de defensa ante la CIJ, el gobierno ecuatoriano intentó justificar su ingreso violento a la embajada con el argumento de que se trataba de un caso excepcional y que el asilo político otorgado a Glas es ilícito, ya que tiene condenas por delitos comunes.
Sin embargo, México lo considera perseguido y asegura que el gobierno de Daniel Noboa violó el artículo de la Convención de Viena sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
El abogado constitucionalista Jorge Sosa dijo que la defensa de Ecuador ante la CIJ desempolvó viejos argumentos del siglo pasado que ya fueron rechazados en 1951 por la misma Corte.
La nación sudamericana, por su parte, también presentó la semana pasada una demanda contra México ante la CIJ en la que defiende su ingreso sin consulta a la embajada en Quito para arrestar a Glas, quien enfrenta condenas por presuntos actos de corrupción.
Hace unos días, el Observatorio Lawfare publicó un informe en el que destaca el papel de algunos medios y sectores políticos con el financiamiento de instituciones gubernamentales de Estados Unidos para iniciar procesos judiciales contra líderes incómodos con sus ideologías.
Entre los casos mencionados está el de Soborno, que nació en Ecuador en 2019, aborda supuestas irregularidades del gobierno de Rafael Correa con la constructora Odebrecht y derivó en la acusación de funcionarios, entre ellos el propio expresidente y su entonces vicepresidente Glas.
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