El director de una escuela de Wellington dice que las escuelas deberían aprender de la investigación internacional si esperan reducir las tasas de acoso escolar, después de que se reveló que Nueva Zelanda tiene las tasas de acoso escolar más altas del mundo desarrollado.
El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca el impacto significativo que tiene el acoso en la salud mental y la asistencia de los estudiantes.
El informe dice que Nueva Zelanda tiene la tasa más alta de acoso entre los países de la OCDE y la encuesta PISA 2018 indicó que el 15% de los estudiantes en Nueva Zelanda informaron haber sido acosados con frecuencia.
El director de la escuela Seatoun, John Western, dijo que el informe no le sorprende y afirmó que el país ha estado “avanzando en esta dirección durante varios años”.
“Es muy alarmante. Pero, desafortunadamente, al observar a nuestra comunidad en general y a algunos de nuestros líderes y cómo se comportan, no me sorprende realmente”.
El informe de la OCDE destacó ciertos programas contra el acoso que algunas escuelas habían introducido activa y exitosamente para frenar las tasas de acoso.
Western dijo que la escuela Seatoun utiliza un programa anti-bullying llamado KiVa que fue desarrollado en Finlandia para promover interacciones positivas entre los estudiantes y capacitarlos para que sean “defensores en lugar de espectadores”.
“Analizamos toda la investigación. Afortunadamente, pudimos acceder a la Universidad Victoria en ese momento y ver lo que nos decían los datos, y encontramos un producto que a nivel internacional, en 25 países, realmente marca la diferencia en estos resultados.
“Buscamos crear una cultura en la que no comience. Y luego, si comienza o sucede, lo abordaremos de frente. Utilizamos un enfoque restaurativo en el que los estudiantes realmente encuentran las soluciones, y luego hacemos un seguimiento y utilizamos encuestas y datos para garantizar que ese número se mantenga realmente bajo”, dijo.
“Recibimos excelentes comentarios de que a nuestros hijos les está yendo bien”.
Dijo que estaba “de todo corazón” de acuerdo en que es una responsabilidad colectiva de las escuelas, la comunidad, la participación de los padres y las políticas implementar una buena cultura.
“Las escuelas trabajan muy duro para crear culturas, pero reflejamos comunidades y reflejamos la cultura más amplia del momento, por lo que también es una responsabilidad más amplia”.
Dijo que ya es “bastante difícil estos días” ser una persona joven, citando la influencia de estar constantemente conectado a las redes sociales a través de teléfonos inteligentes.
“Es realmente aterrador. Es triste. Si podemos ayudar a un niño a ir a la escuela y no ser acosado, entonces creo que habremos marcado una diferencia. Y si podemos reducirlo en una cuarta parte o más, entonces habremos marcado una gran diferencia”.
