“En este país hay personas que, en su propia biología, esconden esta enfermedad y su cura”, Francisco Lopera, neurólogo e investigador de la demencia. – .

“En este país hay personas que, en su propia biología, esconden esta enfermedad y su cura”, Francisco Lopera, neurólogo e investigador de la demencia. – .
“En este país hay personas que, en su propia biología, esconden esta enfermedad y su cura”, Francisco Lopera, neurólogo e investigador de la demencia. – .
Subtítulo, El Dr. Francisco Lopera Restrepo es el primer latinoamericano en recibir el prestigioso Premio Potamkin.
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Francisco Lopera Restrepo definió su camino cuando acompañó a su padre a visitar a su abuela con demencia.

“Mi papá se sorprendió porque mi abuela no lo reconocía, entonces le sugerí llevarla a un especialista”, dijo Lopera, entonces estudiante de primer año de medicina en la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia.

El padre respondió desesperado: “Hijo, ya la han visto varios. “La abuela no tiene cura”.

“Así que lo atribuí a negligencia médica y pensé que cuando me graduara no iba a suceder. Y mira, aquí estoy 40 años después”.

Lopera, hoy investigador de 73 años de la Universidad de Antioquia, dedica su vida a buscar respuestas sobre el Alzheimer.

Su destacado currículum comenzó cuando en la década de 1980 recibió a un paciente de 47 años con una misteriosa forma de Alzheimer hereditario temprano.

Años más tarde descubrió la mutación responsable, la “mutación paisa”, en referencia al nombre que recibían los nativos de los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío en Colombia.

Fue el comienzo de arduos estudios y descubrimientos que recientemente le valieron el Premio Potamkin, conocido como el “Nobel por la investigación contra el Alzheimer”.

Lopera es el primer latinoamericano en lograr este premio desde su creación en 1988.

El Alzheimer sigue siendo una enfermedad incurable y la forma más común de demenciauna dolencia que sufren más de 55 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Lopera, neurólogo líder mundial en el estudio del Alzheimer hereditario temprano, habló con BBC Mundo sobre sus hallazgos y los avances en la búsqueda de una cura para la enfermedad.

¿Cómo comenzaron sus investigaciones?

En los años 80 recibí un paciente de Belmira (Antioquia) que a los 47 años había perdido la memoria y no podía trabajar.

Era muy raro que alguien tan joven desarrollara Alzheimer, cuando normalmente es una enfermedad de mayores de 65 años.

Resulta que a su padre, a varios hermanos y a uno de sus abuelos le había pasado lo mismo. Era hereditario.

Publicamos el descubrimiento en una revista colombiana y lo describimos como demencia familiar de inicio temprano tipo Alzheimer, aunque no sabíamos qué gen estaba involucrado.

En 1995, en colaboración con la Universidad de Washington, aclaramos que era una mutación en el gen presenilina 1 la que causaba el Alzheimer precoz.

A partir de ahí identificamos otras familias con casos similares en varias localidades de Antioquia. Todos tenían la misma característica: un joven con pérdida de memoria y antecedentes familiares.

El principal logro que nos reconoce con el premio es descubrir el mayor grupo de población del mundo con una forma genética de Alzheimer y encontrar el gen responsable: la “mutación paisa”.*

[*Lopera investigó más de 6.000 miembros de decenas de familias en Antioquia que portan la mutación paisa que causa demencia precoz].

Es un trabajo de 40 años de más de 100 personas.

¿Cómo explicamos esta mutación a quienes nunca han oído hablar de ella?

El código genético tiene cuatro letras: A para adenina, G para guanina, T para timina y C para citosina.

Hay millones de cadenas con esas cuatro letras en un orden particular. Un cambio de una letra a otra es una mutación.

Por ejemplo, todo el mundo sabe lo que significa la palabra tabla, pero si cambias la i por la e, dice masa, nada que ver. Eso es una mutación, un error en el código genético.

La mutación paisa es un error en el código genético que causa el Alzheimer de aparición temprana.

Pero también encontraron genes que retrasan la enfermedad, ¿no?

La naturaleza no elige y la enfermedad y la cura viven en ella misma.

En Antioquia encontramos personas que tienen un gen que causa el Alzheimer y otro que lo cura. Es excepcional.*

[En 2023, Lopera y su equipo publicaron el caso de una persona que tenía la mutación paisa, pero que además tenía otra mutación que lo protegió de la demencia hasta los 67 años].

Estos genes que protegen contra el Alzheimer son un hallazgo muy importante porque pueden ser una vía de curación y prevención.

Si alguien lo porta y está protegido durante 20 o 30 años de los síntomas de la enfermedad, el gen protector podría inocularse en un paciente de alto riesgo y retrasar la aparición dos o tres décadas.

Eso, en una persona con el tipo más común de Alzheimer que aparece después de los 65 años, es prácticamente curar la enfermedad.

Subtítulo, La investigación de Lopera incluye estudios genealógicos de miles de familias de Antioquia.

Los premios también nos reconocieron por haber logrado caracterizar la etapa preclínica del Alzheimer. Mediante el seguimiento de estas poblaciones definimos etapas sin síntomas ni problemas de memoria, pero con alteraciones en el cerebro.

¿Qué está pasando en Colombia y en particular en Antioquia que le ha permitido sacar estas conclusiones?

Alguien trajo la mutación paisa de Europa hace 350-400 años, según varios estudios, y la plantó y regó por toda Antioquia. Es lo que llamamos “efecto fundador” y ha sido la explicación desde hace varios años.

Lo curioso es que en Europa no se ha reportado esta mutación hasta ahora.

Ocurre de manera similar en otros países de la región: siendo Venezuela el mayor foco registrado de enfermedad de Huntington en el mundo y Cuba el de mayor ataxia hereditaria juvenil.

También hemos encontrado varios casos de Parkinson juvenil en otras regiones de Antioquia.

Sin embargo, esa explicación del efecto fundador puede no ser 100% cierta.

Durante años creímos que la única mutación del Alzheimer en Colombia era la paisa, pero hace unos años lanzamos una campaña en todo el país pidiendo análisis de sangre a pacientes con demencia temprana.

Recibimos 1.000 muestras, las analizamos y sólo ocho tenían la mutación paisa. En los restantes encontramos otras 12 mutaciones que causan Alzheimer temprano en otros departamentos del país.

En otros países también se han comenzado a encontrar familias con Alzheimer hereditario, como en Jalisco, México, donde dos familias tienen mutaciones en la presenilina 1 que nada tienen que ver con la paisa. También se han encontrado otros casos en familias de Argentina, Chile y Brasil.

Antioquia es foco de estas enfermedades neurodegenerativas porque aquí las buscamos y hacemos genealogías. Cuando otros países hicieron lo mismo, empezaron a encontrar familias.

Subtítulo, En su investigación, Lopera encontró personas que portaban tanto el gen que causa el Alzheimer como el gen protector.

¿Es muy diferente el Alzheimer temprano del Alzheimer que aparece más tarde en la vida, que es el más común?

El Alzheimer temprano es más agresivo, aunque existen diferencias entre las formas tempranas.

Las familias con Alzheimer genético temprano en Antioquia son diferentes a las de Jalisco.

El cuadro clínico es muy similar: pérdida de memoria, funciones cognitivas, autonomía e independencia que requiere un cuidador. Pero en Jalisco, además, la enfermedad produce parálisis de los miembros inferiores que no vemos en la mutación paisa.

Existe una mutación en el Valle del Cauca (otro departamento colombiano) que provoca la enfermedad entre los 28 y 29 años, incluso antes que el paisa, que suele tener 44.

Al final la principal diferencia es el horario de inicio, aunque son muy similares en su evolución.

¿Cómo viven estas familias que estudias?

El primero es preclínico donde no hay síntomas de pérdida de memoria o demencia. Es una persona completamente normal pero los residuos proteicos producidos por la enfermedad empiezan a depositarse en su cerebro. Las neuronas mueren.

Es un proceso que puede durar unos 30 años pero donde la persona no sufre síntomas. Algo sucede en su cerebro, pero no se da cuenta de que se destruye silenciosamente.

Cuando llega la etapa de deterioro cognitivo leve, experimentas muchas dificultades en el trabajo porque empiezas a olvidarlo todo. Sin embargo, sigue siendo independiente y autónomo, aunque afectado por la pérdida de memoria, lo que le provoca mucha angustia. Dura entre dos y cinco años.

Cuando llega la etapa de demencia, la persona no puede vivir sola, sino con alguien que la cuide y esté atenta. Puede ser el cónyuge, el hijo, el responsable del cuidado.

Es algo muy difícil para el cuidador que puede sufrir angustia y depresión porque es difícil cuidar y manejar a ese paciente con demencia.

Hay un pequeño porcentaje con más recursos económicos que son atendidos en una institución, pagando para que los atiendan.

La última etapa dura unos 15 años.

Subtítulo, Lopera (a la izquierda) ha dedicado su vida profesional al estudio del Alzheimer hereditario.

¿Cuáles son las preguntas más importantes que quedan por responder sobre el Alzheimer?

Cómo curar y prevenir, y me parece que será más fácil responder a la segunda.

Se ha avanzado mucho en la comprensión de la enfermedad, pero todavía tenemos que encontrar cómo atacarla, retrasarla, curarla y prevenirla.

Hay pistas: los genes protectores descubiertos podrían permitir el desarrollo de terapias génicas para retrasar la aparición de los síntomas. También se puede desarrollar una molécula que imite el mecanismo de acción del gen protector.

Se necesita tiempo y planificación porque la terapia génica puede provocar efectos adversos.

Podría llevar entre cinco y diez años refinar esas dos vías y encontrar la forma definitiva de retrasar, prevenir o curar la enfermedad.

En mi grupo nos centramos en la búsqueda de genes protectores. Cada uno puede ser un camino hacia la cura o la prevención.

Subtítulo, Francisco Lopera sugiere afrontar el miedo al Alzheimer asumiéndolo como un estilo de vida, más que como una enfermedad.

¿Cómo afrontar el miedo que provoca el Alzheimer?

Lo primero es no verlo como una tragedia. Es una enfermedad grave, pero hay que desdramatizarla y verla más como una nueva forma de vida.

Si lo miras de esa manera, puedes adaptarte a ser feliz con la enfermedad.

El Alzheimer tiene la ventaja de que no provoca dolor y que quien lo padece no es muy consciente de lo que ocurre. Al principio sí, pero cuando la enfermedad avanza ni siquiera sabes que la tienes.

El paciente, en realidad, no es quien más sufre, sino sus cuidadores. Pero si la familia y el entorno rodean al paciente de un entorno propicio para ser feliz, es posible conseguirlo.

Eso sí, lo mejor es no padecer la enfermedad y hacer lo que esté a nuestro alcance para prevenirla: ejercicio físico, evitar el estrés, dormir y comer bien.

¿En qué áreas se podrían esperar avances en el estudio del Alzheimer?

Ya se han comenzado a descubrir moléculas que mejoran la enfermedad. No lo curan, pero lo mejoran entre un 25%-30%.

Estas moléculas imitarían la función de genes protectores en el cerebro.

La enfermedad continuará y no parará, pero cada vez dispondremos de moléculas y medicamentos más eficaces.

Primero se descubrió un método que mejoraba un 25%, luego se amplió al 30%. Muy pronto saldrá otro que mejora un 40%, o una combinación de medicamentos que mejora la enfermedad entre un 40%-50%.

Esto es lo que sigue: soluciones parciales mientras se encuentra la definitiva.

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