Honor y gloria al Almirante, José Prudencio Padilla – .

Honor y gloria al Almirante, José Prudencio Padilla – .
Honor y gloria al Almirante, José Prudencio Padilla – .

-Notas-

Nació en la Villa de Pedraza, en jurisdicción del Municipio de Manaure (La Guajira) el 19 de marzo de 1784. Era fornido y de complexión fuerte, negro o pardo, que era como se identificaba a los afrodescendientes por su complexión en ese momento. Proponemos repasar los hitos más importantes en el recorrido vital del héroe guajiro.

Tuvo su bautismo de fuego en el mar, cuando, siendo muy joven, todavía imberbe, con sólo 21 años, se alistó como grumete en las filas de la Mariana Real española, participando activamente en la famosa batalla naval de Trafalgar el el 21. Octubre de 1805, en el que España, aliada de la Francia napoleónica, se enfrentó a Gran Bretaña y su Reino Unido, del que este salió victorioso, consolidándose como primera potencia de los mares.

En el fragor de esta batalla fue capturado el joven José Prudencio Padilla. Hay debate sobre si tenía ese segundo nombre y se suele prescindir de llamarlo solo José Padilla, pero no lo dudo porque en nuestra tierra no hay nadie que no tenga su segundo nombre!

Hacia el año 1808, de regreso a la Nueva Granada, que fue como la Corona española identificó los territorios bajo su dominio de ultramar que hoy forman parte del Estado colombiano, se enroló en las filas de las tropas patrióticas, abrazando la causa de la libertad.

Luchó con todas sus fuerzas, sin dar tregua a las tropas realistas, hasta verlas abandonar la bahía de Cartagena en desorden tras morder el polvo de la derrota a manos de los patriotas. Participó y se destacó en múltiples batallas, destacando entre ellas la acción militar en el puerto de Sabanilla hacia 1820, que a juicio del antropólogo e historiador Wieldler Guerra “marcó un punto de inflexión en el transcurso de la campaña del Caribe”, que había Un episodio singular y decisivo en la batalla de Laguna Salada el 25 de mayo, en las goteras de Riohacha, hoy distrito capital del Departamento de La Guajira.

Luego vendrían otras batallas, crueles y sangrientas, todas ellas para enfrentar los embates del pacificador Pablo Morillo cuya misión era en nombre de la Corona española, como la Noche de San Juan de 1821, donde Padilla y sus tropas tomaron por asalto la flota realista que asedió durante tres meses Cartagena, para entonces en manos de los realistas, desde la Bahía de Las Ánimas, abriéndose paso con su heroísmo, logrando la rendición del enemigo, quien se rindió el 6 de julio y el levantamiento del sitio a ¡Cartagena!

Pero, definitivamente, lo que catapultó a Padilla a la cima de la grandeza fue su destreza y valentía en la famosa batalla que libró y lideró en el lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823. Esta batalla ganó la importancia de los mares. Batalla de Boyacá en tierra firme, pues gracias a su contundente victoria se pudo consolidar nuestra independencia. Su proclama al inicio del encarnizado combate fue su grito de batalla, “Muere o sé libre” y se lo debemos a él por haber allanado el camino para lograr la liberación definitiva de nuestro país de las garras del Imperio español.

Pero, celos y recelos, intrigas y halagos, de los que dos aduladores del Libertador Simón Bolívar, Mariano Montilla y Rafael Urdaneta, fueron protagonistas, hasta enajenar a Padilla con él, tramando la trama de su implicación en la conjura de la conspiración de Septiembre. , el 25 de septiembre de 1828, cuando se intentó, sin éxito, atentar contra la vida del Libertador y éste, engañado por ellos, se dejó convencer del engaño, lo que lo llevó a ordenar el fusilamiento de Padilla en la antigua Plaza de la Constitución, hoy plaza Bolívar.

Poco después, Bolívar, en una carta a su amigo Pedro Briceño, quien ejercía como su secretario, expresó su pesar por la injusta sentencia que cobró la vida de Padilla y Piar. Quedó tremendamente mortificado por este peso de conciencia, además del remordimiento que lo atormentó durante el resto de sus días, que fueron pocos.

Pasados ​​aquellos tiempos convulsos y cuando las aguas regresaron a su cauce, se le hizo justicia al coloso del Mar, como prefiero llamar al héroe guajiro. En noviembre de 1831, la Convención de Nueva Granada rehabilitó su memoria en nombre del agradecido pueblo colombiano. Mediante la Ley 10 de 1974, el Congreso de la República, con motivo del sesquicentenario de la batalla naval en el Lago de Maracaibo y el 145 aniversario de su muerte, también honró su memoria y dispuso la instalación de una placa en el frontispicio del Capitolio. , frente a la Plaza de Bolívar, donde se afirma que ese fue el lugar del magnicidio.

Luego se emitió la Ley 2012 de 2019, conmemorando dicha batalla, la Nación declaró el 24 de julio como Día de la Armada de Colombia y se acuñó una moneda alusiva a ese magno acontecimiento con fines conmemorativos y por única vez. Y más recientemente, mediante la Ley 2334 de 2023, el Congreso de la República ascendió póstumamente a Padilla, ¡reconociéndolo como Almirante!

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Aumenta preocupación contra líder comunitario en Hato Corozal. – .
NEXT Dirigencia del ELN dice que supuesta ‘disidencia’ en Nariño fue creada por el Estado – .