ESPÍRITU SANCTI.–En palmerales, campos de tabaco, cañaverales, plataneras, zonas ganaderas, arrozales, frutales, vaquerías, conservas porcinas… todo lo que huele a campo, a agricultura, ha aumentado su entusiasmo desde que Félix Duarte Ortega, presidente de La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), informó, en el programa dominical Palmas y Cañas, de la Televisión Cubana, que esta provincia será sede de la festividad central por el Día del Agricultor.
Quienes han seguido de cerca el desempeño de esa organización saben que, a la hora de pagar la cuenta y hacer justicia, la Mesa Nacional tuvo en cuenta no sólo los resultados productivos de la última etapa, sino también la estabilidad en el funcionamiento integral de la ANAP. .
Las redes sociales, siempre a la caza de acontecimientos, reflejaron de inmediato una alegría que se extendió más allá de las sedes provinciales, para expresarse a través de marchas, tambores, cencerros y hasta fuegos artificiales en los mismos espacios urbanos en los que se espera la producción agrícola. –y agradecido– más que el oro.
Es muy bueno que un reconocimiento como este tenga tanta repercusión. Eso lleva consigo una motivación, un verdadero sentido de pertenencia. Es, de alguna manera, una expresión inmaterial de lo que significa para miles de familias la leche que los agricultores extraen cada día de puras ubres de vaca, los granos, los alimentos, los frutos.
Y expresa también el aporte humano que muchos de nuestros guajiros hacen a hogares de ancianos, casas que acogen a niños sin protección familiar, hospitales y otras instituciones de salud.
Eidy Díaz Fernández, titular de la ANAP en la provincia, dijo a los medios algo que la sociedad no siempre toma en cuenta: el aporte campesino para mejorar consultorios médicos, escuelas, caminos rurales…
Su finalidad social –como dicen– es producir alimentos, tanto como sea posible, y más también. Nunca sobrará. Incluso se sabe que en muchos países acogen producciones que perdemos la maravillosa oportunidad de exportar, con tanto que necesita el país.
Sobre todo esto, y el tremendo desafío que tienen por delante los campesinos, será muy bueno meditar camino al 17 de mayo (aniversario 65 de la firma de la Ley de Reforma Agraria y 63 de la ANAP) sin renunciar a tocar el timbre. campana. tambor, el cencerro o sacar chispas de un machete raspado con un cuchillo, al estilo criollo de un guayo.
