Lo que se sabe sobre la propuesta de alto el fuego aceptada por Hamás que ahora Israel analiza

Hamás ha anunciado este lunes que acepta una propuesta de alto el fuego en Gaza presentada por Egipto y Qatar, lo que ha generado esperanzas de una pausa en el conflicto.

El comunicado del grupo islámico se produce después de que Israel ordenara la evacuación de unos 100.000 palestinos de la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja, para llevar a cabo una ofensiva militar planeada desde hace meses y a la que gran parte se opone. de la comunidad internacional.

Hamás precisó que el jefe de su oficina política, Ismail Haniya, comunicó su decisión al primer ministro de Qatar y al ministro de Inteligencia egipcio.

El anuncio fue acogido con esperanza tanto en los territorios palestinos como en parte de la comunidad internacional, aunque Israel aún no ha confirmado si aceptará o no la propuesta. y continúa sus operaciones militares en el sur de Gaza.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, indicó que la oferta de alto el fuego de Egipto y Qatar “está lejos de las exigencias” de su gobierno, aunque aceptó negociar y anunció el próximo envío de una delegación a los países mediadores.

Aunque se desconoce qué incluye exactamente la propuesta, fuentes palestinas han filtrado algunos detalles de cuál sería su contenido.

Un alto funcionario palestino que tuvo acceso al texto indicó que Hamás acepta poner fin a la “actividad hostil para siempre” si se cumplen las condiciones de la tregua.

La frase sugiere que Hamás podría estar contemplando el fin de su lucha armada, aunque no se han dado más detalles, y ello se produciría tras la firma del acuerdo. un acuerdo de alto el fuego en dos fases.

Cada fase duraría 42 días y la segunda etapa concluiría con un “período largo y sostenible de calma”, así como con el levantamiento completo del bloqueo de Gaza.

La primera etapa incluiría la liberación de las mujeres soldados israelíes cautivas en Gaza, que serían intercambiadas por 50 prisioneras palestinas cada una, algunas de las cuales cumplirían cadena perpetua.

Durante este período, las tropas israelíes permanecerán dentro de Gaza pero, dentro de los 11 días posteriores a la entrada en vigor del alto el fuego, Israel comenzaría a desmantelar sus instalaciones militares en el centro de la Franja de Gaza y se retiraría de algunas áreas clave.

Después de 11 días, a los palestinos se les permitiría regresar al norte de la Franja de Gaza.

El medio Al-Jazeera mencionó una tercera fase del acuerdo, en la que comenzaría la reconstrucción de Gaza bajo la supervisión de Egipto, Qatar y agencias de Naciones Unidas.

La cadena de televisión qatarí citó como fuente de esta información a Khalil al-Hayya, miembro del buró político de Hamás.

También detalló que en la primera fase se reanudaría el flujo de ayuda, combustible y materiales hacia Gazay, y en la segunda, según el texto de la propuesta, se produciría un cese total y permanente de la actividad militar en Gaza.

La aprobación por parte de Hamás de la propuesta de alto el fuego no sólo ha despertado esperanzas de paz en los territorios palestinos, sino también entre parte de la población israelí, especialmente entre los familiares de los rehenes en poder de Hamás.

Grupos de personas se manifestaron este lunes en Tel Aviv para exigir que el Gobierno de Netanyahu acepte la propuesta de Egipto y Qatar y facilite así el regreso de los secuestrados.

El 7 de octubre del año pasado, militantes de Hamás llevaron a cabo una masiva incursión militar en territorio israelí, donde mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a 253, a quienes llevaron a Gaza como rehenes.

Algunos de ellos fueron liberados y 128 aún permanecen en Gazasegún datos israelíes, aunque se cree que al menos 34 podrían haber muerto.

En respuesta al ataque de Hamás, Israel ha llevado a cabo una ofensiva militar a gran escala en la Franja de Gaza durante los últimos siete meses, que Ha causado la muerte de más de 34.000 personas.

Pese al anuncio de Hamás, este lunes Israel llevó a cabo una ofensiva militar en Rafah, localidad que considera el último bastión de la organización palestina que perpetró el atentado del 7 de octubre.

Las Fuerzas de Defensa de Israel indicaron que la operación consiste en una serie de “Ataques selectivos” contra Hamás en el este de Rafah.

Por su parte, el brazo armado de la Yihad Islámica Palestina –otra organización que EE.UU. y la UE consideran terrorista– anunció que sus militantes lanzaron cohetes desde Gaza hacia el sur de Israel en respuesta a estos ataques.

Imágenes mostraron cómo la “cúpula de hierro”, el sistema antimisiles de Israel, interceptó este lunes proyectiles sobre el cielo del país.

Gran parte de la comunidad internacional ha expresado su oposición a la ofensiva militar anunciada por Israel en Rafah, donde hay más de un millón de desplazados de otras zonas de Gaza destruidas por la guerra.

La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos dijo que las consecuencias serían devastadoras para estas personas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación y pidió al gobierno israelí y a los líderes de Hamás que “hagan un esfuerzo adicional” para llegar a un acuerdo.

Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó de “inhumana” la orden de evacuación de Israel en Rafah.

El presidente de los EE.UU., Joe Biden transmitió este lunes su preocupación a Netanyahu sobre una invasión del sur de Gaza en una conversación telefónica, anunció la Casa Blanca.

“No podemos apoyar una operación en Rafah como está prevista actualmente”, afirmó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.

El canciller de la Unión Europea, Josep Borrell, criticó duramente la operación de Israel, que calificó de “inaceptable” y aseguró que provocará “más guerra y hambre”

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, también expresó su “profunda preocupación” por la ofensiva en Rafah por el “número de civiles que se refugian allí y la importancia de ese cruce para recibir ayuda”.

Entre los países de la región, Egipto pidió “contención” a Israel en un momento decisivo en el que podría haber un avance importante hacia la paz, mientras que Jordania y Arabia Saudita condenaron duramente los ataques de Israel en Rafah en las últimas horas.

Análisis de Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC

El anuncio del alto el fuego aceptado por Hamás sorprendió a la mayoría de los analistas y trastocó las expectativas de Israel sobre lo que podría suceder en las próximas semanas.

La suposición de Israel era que Hamás no aceptaría una propuesta de alto el fuego que los estadounidenses calificaron de “excepcionalmente generosa”. Al amanecer, Israel advirtió a los palestinos que huyeran del lado oriental de Rafah debido a una inminente operación militar.

Los estadounidenses se oponen a cualquier operación terrestre en Rafah que pueda poner en riesgo vidas civiles. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, explicó a su homólogo estadounidense que no había otra opción, ya que Hamás había rechazado todas las propuestas de alto el fuego temporal y liberación de rehenes.

Los mediadores de Estados Unidos, Egipto y Qatar continuaron presionando para lograr un alto el fuego. El jefe de la CIA, William Burns, pasó gran parte del día reuniéndose con el primer ministro de Qatar en Doha, la capital que también sirve como base del liderazgo político de Hamás.

Por la noche, cuando Hamás anunció que aceptaría un alto el fuego, fuentes palestinas insinuaron que la organización podría estar preparada para una tregua a largo plazo.

La primera respuesta pública del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu fue decir que la aceptación de la propuesta por parte de Hamas estaba “lejos de satisfacer las demandas de Israel”. Sin embargo, ha enviado una delegación para debatirlo.

El primer ministro se encuentra en una situación política complicada. Su gobierno de coalición depende del apoyo de los ultranacionalistas judíos, que han exigido una ocupación total de Rafah y han amenazado con derrocar al ejecutivo si eso no sucede. Un alto el fuego significaría cancelar la ofensiva en Rafah.

Al mismo tiempo, familiares de los rehenes y otros israelíes se han manifestado, bloqueando las carreteras principales para exigir que Israel acepte el acuerdo para devolver a los rehenes a casa.

Los estadounidenses también quieren un acuerdo. El apoyo del presidente Joe Biden a Israel a pesar del elevado número de muertes de civiles palestinos le está costando apoyo político en un año electoral.

Hamás ha puesto la pelota en el tejado de Netanyahu. Y si Biden lo presiona para que acepte un alto el fuego, tendrá que elegir entre la supervivencia de su gobierno y el apoyo vital que el presidente estadounidense le ha brindado desde los ataques del 7 de octubre.

Un alto el fuego también significaría que Israel no habría logrado la “victoria total” que el Primer Ministro Netanyahu prometió lograr.

Lo que viene después son más negociaciones y decisiones difíciles.

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